Cheysson cree que la muerte de Sadat favorecerá el entendimiento árabe

La muerte del presidente egipcio Anuar el Sadat "elimina un obstáculo para el acercamiento en el interior de la nación árabe", declaró el domingo en París el ministro francés de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson. Esta declaración "brutal", "absurda", "indecente", "aberrante", según las reacciones de buena parte de la opinión pública y de la organización Francia-lsrael, se produce pocas horas después del retorno de Cheysson de El Calro, donde asistió al entierro de Sadat en compañía del presidente de la República Francesa, François Mitterrand.Durante los últimos meses, el ministro galo de Exteriores ha visitado la gran mayoría de los países árabes y recientemente viajó a Arabia Saudí con Mitterrand. Todo ello hace pensar en esta capital que, a pesar de lo abrupto y antidiplomático de su declaración, alguna razón mayor le asistía para manifestarse en términos que no tienen paralelo en Occidente.

Cheysson añadió, también a propósito de Egipto y del conflicto árabe-israelí, que si el nuevo presidente

Mubarak consigue consolidar su poder "no hay razón para pensar que se produzca un cambio de política", pero si tuviese que tomar medidas de fuerza "entramos en el terreno de lo desconocido". Insistiendo en la muerte de Sadat, recalcó que no existe ni un solo dirigente en los países árabes, moderados o extremistas, o en el Magreb, "que piense que es posible la paz en Oriente Próximo antes de que Egipto se reintegre al seno de la nación árabe". En su opinión, la negociación bilateral de Camp David ha llegado a su término, y en lo sucesivo será necesario que los demás países árabes contacten Israel, "como afirman estar dispuestos a hacerlo cuado se manifiestan en la intimidad". Cheysson piensa que una futura negociación global pudiera ser favorecida por el hecho de que cada país árabe se encuentra confrontando un problema mayor específico y que, por ello, tienen todos interés en resolver el conflicto árabe-israelí.

Fuentes próximas a los medios oficiales galos estimaban ayer que Francia desearía jugar un papel importante en la nueva etapa iniciada por el. contencioso árabe-israelí con la muerte del presidente Sadat. Sus buenas relaciones con los países del petróleo y con Israel pudieran servirle para amansar a Beguin.