Don Juan Carlos presidió la conmemoración del descubrimiento de América

«El año 1492 significa la entrada irreversible de los pueblos americanos en la civilización occidental», dijo don Juan Carlos en la iglesia de San Jorge de Palos de la Frontera, durante el acto conmemorativo del descubrimiento de América, celebrado ayer. El Rey interpretó como necesaria y sana la reacción ante «la uniformidad aniquiladora de las culturas», si bien aseguró que esto no puede llevarnos a negar los principios de la unidad de la civilización, la nación el Estado, porque ello derruiría la garantía de nuestra libertad».Los Reyes llegaron a Palos de la Frontera, procedentes de Sevilla, a bordo de un helicóptero, que aterrizó en las instalaciones del campo de fútbol de la localidad onubense, en donde aguardaban a los Monarcas el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo; los presidentes del Congreso y del Senado, presidente de la Junta de Andalucía, capitanes generales de los tres Ejércitos y demás autoridades nacionales y provinciales.

En la puerta del Ayuntamiento, don Juan Carlos y doña Sofía fueron recibidos por la alcaldesa, Pilar Pulgar, quien dio la bienvenida a los Reyes desde el balcón principal del edificio municipal y les hizo entrega de las llaves de oro de la histórica villa. Más tarde, en la iglesia de San Jorge les fueron presentadas a los Reyes las plantas ofrecidas por los Gobiernos de las repúblicas americanas, para el parque latinoamericano José Celestino Mutis, que se enclavará en la zona colombina próxima a La Rábida.

El presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Manuel de Prado y Colón de Carvajal, hizo historia del descubrimiento de América y resaltó el carácter heroico y aventurero de los hombres de Palos que siguieron a Cristóbal Colón. En nombre del cuerpo diplomático latinoamericano, su decano, el embajador de Brasil en España, Sergio Armando Frazao, destacó el papel desempeñado por los países latinoamericanos en el enriquecimiento y desarrollo de la cultura que tenía por cuna a Europa.

Cerró el acto don Juan Carlos, quien, en su extenso discurso, señaló que, junto a la civilización que España llevó a América, surgió una cultura espontánea, fruto de la fusión de la cultura española y de las culturas autóctonas. Recordó que todos los pueblos hispánicos se configuraron como Estados nacionales, que tradujeron el nuevo modelo de sociedad liberal. Frente a las interpretaciones sobre nuestra incapacidad para vivir como nación en régimen de libertad y las tesis de quienes, «subyugados por un mesianismo invertido, propugnan retornos imposibles a antes del 12 de octubre», el Rey reafirmó la pertenencia irreversible de los pueblos latinoamericanos a la civilización occidental.