Ley de Funcionarios
Se está hablando de la reforma de la ley de Funcionarios, nos preocupan varios temas, como sindicación, nombramientos de puestos de trabajo y promoción, entre otros; pero nadie ignora que aún quedan muchas direcciones que actualizar al sistema democrático, y que aún se resisten a olvidar privilegios, y que, basándose en las facultades que la ley actual les otorga, las están utilizando en arroparse de personas que apoyan su condición política. En la ley actual se pueden dar puestos por libre designación y ella es motivo en el momento actual para ocupar puestos claves con vistas a una posterior operación.Hace pocos días, por una emisión vespertina de radio, un oyente preguntaba a un alto cargo del Ministerio de Educación que por qué se daban las plazas de comisiones de servicio por el procedimiento del dedo, a lo que se le contestó que son servicios especiales y se nombran personas que son más idóneas. La respuesta es pueril y ofensiva al respeto que se deben a los funcionarios.
No hay mejor método de calificación de idoneidad que los resultados de un concurso de méritos profesionales, pues seguramente el concursante ha tenido numerosos superiores en su vida que le habrán juzgado en su labor.
Queremos que se denuncie, por antidemocrática, la facultad de libre designación, para lo que no sea un concretísimo y determinado puesto confidencial (secretario, asesor, etcétera), ya que la excepcionalidad que ambiguamente determina la ley actual se hace extensiva a cualquier plaza.
Por otra parte, los acelerados nombramientos, aun en comisiones de servicios, que facultativamente pueden hacerse duraderas, son motivo suficiente para la suspensión de este artículo de la ley, hasta la promulgación de la futura, evitando así el copo de puestos por personas de dudosa identidad democrática, en este intermedio./
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