Creciente presencia militar de EE UU en Oriente Próximo, según Moscú

La muerte de Sadat ha provocado una auténtica crisis de nervios en Washington, que ha tenido por consecuencia el aumento de la presencia militar de Estados Unidos en Oriente Próximo. En estos términos, ayer, por fin, el diario Pravda vertía sus primeras opiniones en torno al asesinato del rais egipcio.En días anteriores, los medios de comunicación soviéticos se habían limitado a transcribir las opiniones de líderes radicales árabes. El jueves por la noche, un comentarista. de la televisión soviética adelantaba la postura oficial del Kremlin y ligaba el atentado de Sadat al "profundo malestar social" sufrido por Egipto.

Los diarios soviéticos de ayer evitaban comentar la situación interna en Egipto, y el vespertino Izvestia se limitaba a sugerir que el continuismo se había instalado en El Cairo, ya que los sucesores de Sadat son los propios elegidos del asesinado rais.

Ayer por la mañana, Pravda -órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS)- publicaba un artículo de Pavel Demtchenko en el que se analizaban las decisiones tomadas por Washington a raíz de la muerte de Anuar el Sadat.

Demtchenko se interrogaba sobre las razones del nerviosismo norteamericano que llevó a Washington a poner en estado de alerta y reforzar sus efectivos en Oriente Próximo. Aunque Washington no lo piense así, escribía el comentarista, "lo que sucede en Egipto parece ser simplemente un asunto de ese país".

Ostentación del Pentágono

Basándose en unas recientes declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, en las que éste afirmaba que Washington no ignorará las amenazas que fuerzas internas y externas realizan contra Oriente Próximo, el articulista de Pravda comentaba que esta "nueva ostentación de fuerza del Pentágono" tiene por fin "intimidar a los árabes" y ejercer "presiones" sobre Egipto para que se mantengan los acuerdos de Camp David, que han sido "vivamente desaprobados" por la opinión árabe y egipcia.

El artículo de Pravda rechazaba cualquier acusación sobre la supuesta injerencia de la URSS en los asuntos egipcios, y agregaba que el término "injerencia" sólo puede ser aplicado a Estados Unidos.

"Es notorio", concluía Demtchenko, "que los medios dirigentes de Washington buscan desde hace tiempo cómo explotar la situación en Oriente Próximo y controlar sus recursos naturales, a pesar de la opinión adversa de los pueblos de la región. Como muestran los acontecimientos, esta política no conduce a la paz, sino que agrava la situación, ya explosiva, que se ha venido creando".