Estados Unidos gastó más de 2.000 millones de pesetas en proteger a Sadat
Estados Unidos estaba preocupado desde hace bastantes años por la seguridad del presidente Anuar el Sadat y destinó a ella entre veinte y veinticinco millones de dólares (cerca de 2.000-2.500 millones de pesetas), según afirmó ayer el periódíco norteamericano. Washington Post, citando a altos funcionarios. El diario New York Times, por su parte, mantiene que dentro de las medidas de seguridad planeadas para proteger al rais asesinado, Washington había estudiado una serie de acciones encubiertas contra Libia.Según altos funcionarios, que han pedido permanecer en el anonimato, la ayuda norteamericana incluye un helicóptero blindado que el entonces presidente Richard Nixon regaló a Sadat en 1974, la vigilancia de su avión por radares volantes AWAC durante sus desplazamientos al extranjero, y la instalación de un sistema de seguridad muy cercano a él, montado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
La instalación de este sistema de seguridad fue mantenida en secreto, según explicaron las referidas fuentes al Washington Post, por miedo a que otros jefes de Estado lo solicitaran también.
Los servicios de información norteamericanos, añade el Post, estudian ahora las razones por las cuales el servicio de protección más cercano a Sadat, que fue entrenado en Estados Unidos y considerado como uno de los más eficaces del mundo, pudo fallar y dejar que los asesinos de Sadat se aproximasen tanto al rais para realizar el atentado.
Las fotos del atentado muestran que los policías que se encontraban al pie de la tribuna presidencial habían desaparecido en el momento del ataque. Según una de las fuentes de la administración norteamericana, no ha podido establecerse con claridad si esta guardia personal se quedó estupefacta y "helada" por el ataque con granadas.
Para los especialistas norteamericanos parece igualmente evidente que, aunque el presidente Sadat hubiese tenido puesto su chaleco anti-balas, los resultados del atentado habrían sido los mismos, debido a que los disparos fueron efectuados desde muy cerca, con lo que la eficacia de esta prenda quedaba anulada.
Las sumas gastadas por Estados Unidos para proteger a Sadat no han podido ser evaluadas con precisión por las citadas fuentes, que las estiman en torno a los veinte o veinticinco millones de dólares.
Colaboración de Giscard d'Estaing
Pero además de este tipo de ayuda, Washington llegó a planear una serie de acciones encubiertas contra Libia con el fin de proteger a Sadat. Así lo afirmó ayer el periódico New York Times, cuyas fuentes afirman que en 1980 el entonces presidente Jimmy Carter elaboró planes, en colaboración con Sadat y el presidente francés Valéry Giscard d'Estaing, para llevar a cabo operaciones encubiertas contra el líder libio Muamar el Gadafi.
Pero la derrota electoral de Carter, y posteriormente la de Giscard d'Estaing, dejó en el aire este plan, que incluía el empleo de fuerzas paramilitares egipcias y sudanesas contra Libia.
Carter declaró ayer que en una ocasión tuvo que disuadir a Sadat de su intención de enviar tropas contra el país vecino.
En 1977, Carter tuvo que amenazar directamente a Gadafi para que anulase la misión de dos agentes enviados a El Cairo para dar muerte al embajador norteamericano en Egipto, Hermann Eilts.
En una entrevista publicada por el mencionado diario, Eilst afirmó que él y su familia regresaron a Estados Unidos porque los servicios de espionaje norteamericanos se habían enterado del plan y que el presidente Carter había enviado duros mensajes al dirigente libio para disuadirle de sus planes.
La asistencia suministrada por Washington a Sadat estaba enmarcada en la política norteamericana de ayudar a los dirigentes de Oriente Próximo amigos de Estados Unidos para protegerse de eventuales ataques de Libia, de los guerrilleros palestinos, de los integristas musulmanes o de sus propias fuerzas armadas.
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