Sadat fue ametrallado por sus soldados en la tribuna presidencial
El presidente egipcio Anuar el Sadat, de 62 años, murió ayer por la tarde a consecuencia de un atentado perpetrado horas antes por seis soldados durante un desfile militar. Sadat, jefe del Estado desde 1970, falleció en el hospital Maadi, de El Cairo, mientras los cirujanos intentaban salvar su vida. El atentado se produjo en el estadio de Medinet Nasr, en un barrio de la periferia de la capital egipcia, atestado por una multitud de unas cien mil personas, donde el presidente asistía al tradicional desfile militar conmemorativo de la guerra de octubre de 1973 contra Israel.
En el ataque perecieron otras cinco personas. Otras 38 resultaron heridas. Los tres egipcios muertos son el general Hassam Allan, el jefe de] organismo central de la iglesia copta y uno de los obispos de esta religión. Las fuentes oficiales egipcias no han dado a conocer la identidad de los dos muertos no egipcios, ni tampoco la de los heridos. Se sabe, sin embargo, que entre estos últimos figura el embajador belga en El Cairo, Claude Nuelle; el ministro irlandés de Defensa, Jim Tully, tres oficiales norteamericanos y -según el diario cairota Al Ahram-, un diplomático cubano.El anuncio oficial de la muerte se hizo en la capital egipcia varias horas después del atentado y cuando numerosas agencias informativas extranjeras y emisoras de televisión, sobre todo norteamericanas, daban ya al rais corno fallecido. Radio y televisión egipcias comenzaron a partir de las cuatro y media de la tarde a difundir versículos del Corán.
El vicepresidente Hosni Mubarak ha anunciado que en 60 dias se celebrarán elecciones generales, para designar al nuevo presidente de la República Egipcia.
Sadat presenciaba el desfile de jeeps armados de misiles anticarros, que pasaban ante la tribuna, cuando algunos soldados de sus dotaciones abrieron fuego contra él. Según otras versiones, un camión militar se separó de la formación y de él saltaron seis soldados, que lanzaron granadas de mano contra el estrado y comenzaron a disparar sus armas automáticas.
Según el testimonio del embajador español en El Cairo, Alberto López Herce, Sadat y el vícepresidente de la República cayeron al suelo herídos, junto con el ministro de Defensa, que fue alcanzado por varios disparos. Este se levantó con la cabeza ensangrentada y comenzó a dar órdenes. López Herce pudo ver a varios de sus colegas gravemente heridos, entre ellos los de Austria, Bélgica, Colombia y Cuba.
En el enfrentamiento que se produjo inmediatamente después entre la guardia personal de Sadat y los seis agresores, tres de éstos murieron y los restantes fueron arrestados. En El Cairo no se ha revelado la identidad de los atacantes, pero varias agencias internacionales de noticias con sede en Beirut han recibido llamadas anónimas en las que la Organización Independiente para la Liberación de Egipto, un grupo desconocido hasta ahora, reclama la responsabilidad del magnicidio.
Escenas de histeria colectiva siguieron al tiroteó. Numerosas personas, entre ellas niños, fueron pisoteadas y aplastadas por miles de civiles y militares que huían a la desbandada del escenario. de la agresión. Un camión de 30 toneladas, que transportaba un cohete antiaéreo, aplastó a un joven en una brusca maniobra de marcha atrás. Se desconoce con precisión el número total de víctimas del atentado, ya que unas lo han sido por bala o fragmentos de granada y otras en el movimiento de pánico desatado a continuación,
Sadat fue trasladado inmediatamente al hospital militar Maadi, donde según fuentes médicas falleció a la una y media de la tarde, hora de Madrid. El anuncio oficial no se hizo hasta casi tres horas después. En este ínterin se desató la especulación mundial sobre la suerte del presidente. Ya a las dos y media de la tarde, el corresponsal de la cadena televisiva norteamericana NBC, citando al jefe de los servicios de seguridad egipcios, anunciaba la muerte del rais.
Radio Israel dijo ánoche que el jefe del grupo que se hizo responsable del atentado (Organización Independiente para la Liberación de Egipto) es Adin Chazli, general egipcio dado de baja por Sadat.
El próximo 12 de octubre tendrá lugar un referéndum para la designación del presidente egipcio. La la constitución prevé que el Parlamento presente un único candidato, elegido por mayoría de dos tercios. Los egipcios deberán aceptar o rechazar al candidato. El partido de Sadat designó como candidato a Hosni Mubarak, vicepresidente de la República.
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