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Niña alemana, enterrada viva por sus secuestradores

Una niña alemana de once años, secuestrada hace quince días, apareció ayer muerta por asfixia en una caja de madera enterrada a metro y medio de profundidad. La policía encontró el cadáver de la pequeña Ursula Hermann a sólo un kilómetro de distancia de su casa, en Baviera.La caja disponía en su interior de dos bancos de madera. Junto al cuerpo sin vida de la niña fueron encontradas dos mantas, tebeos, varios paquetes de galletas, zumos y un transistor.

Según la autopsia, Ursula murió por asfixia unas seis horas después de haber sido encerrada en la caja, al obstruirse con la tierra los seis respiraderos que le habían practicado los secuestradores. El rescate solicitado se elevaba a cien millones de pesetas.

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