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Lindsay Kemp: "«Flowers» puede ser el último espectáculo"

El famoso actor inglés presenta en Vitoria una de sus principales creaciones dramáticas

El actor escocés Lindsay Kemp llegó con su compañía a Vitoria para participar durante tres días en el Festival Internacional de Teatro y ofrecer el espectáculo más esperado de la cartelera: Flowers (Flores); «un espectáculo que» dijo en tono profético, «puede ser el últímo. La expresión del cuerpo en general, y la danza en concreto, son tan importantes para este genio anglosajón que prefiere cualquier movimiento físico a la comunicación oral con las personas. Y así lo explicó a los niedios informativos durante una conferencia de Prensa: «No me gusta que me hagáis preguntas, prefiero hacer el amor con vosotros».

Con unos zapatos de tono rojo acharolado, pantalones rojos y chaqueta multicolor, Lyndsay Kemp acudió a la cita con los pe- riodistas un día antes de que se estrenara en Vitoria la obra que está interpretando desde el año 1973. El dirisiente de la compañía teatral que ha puesto en escena obras como El sueño de una noche de verano, Salomé y Duende explicaba que siempre se le pedía la exhibición del espectácul Flowers.

Esta interpretación, que ofrece durante tres días en Vitoria la Lindsay Kemp Company, y que ha dado ya la vuelta al mundo, es acaso el principal exponente de una filosofía del rito y la ceremonia; una interpretación que, basada en las propias experiencia de la compañía, no se atiene a esquemas predeterminados, «es como toda la historia que tú quieras. Es un espectáculo abierto a la imaginación del público».

Exceptuando al Oriente y a Sevilla -donde, a juicio del actor se respeta y da prioridad a la interpretación ceremonial-, Lindsay, descendiente de William Kemp, el famoso payaso de Shakespeare, se muestra especialmente crítico con el teatro moderno, porque, en su opinión los actuales profesionales «no tienen sentido del peligro», son incapaces de ir más allá de lo que marca el texto. Uno de los factores que figuran en la escasa imaginación del teatro actual, según Lindsay Kemp, es que los profesionales siempre piensan que hay un mañana en el que todo se puede hacer mejor.

Los nombres de García Lorca, Van Gogh, Goya y Picasso descilan constantemente en la conversación del creador de Flowers porque para él la danza es la vida captada en su situación concreta, como si de una obra pictórica se tratara («Picasso es, ante todo, para mí, un gran ballarín»).

Porque Flowers intenta ser el espejo de la propia vida mediante un constante movimiento corporal. Lindsay decía que el teatro en general ha ido perdiendo inocencia porque ha separado el arte de la vida. «El teatro trata de imitar o representar y debería ser el reflejo de lo real. Las emociones y los actores en escena tienen que ser verdaderos y puros para que el arte no se diferencie de la vida».

Durante tres días, la compañía anglosajona expondrá al público vitoriano su forma de expresar las sensaciones más primitivas. Con una mezcla de mimo, pintura, cine, ópera, strip tease, teatro griego y rock and roll, Lindsay Kemp interpretará Flowers una vez más. Indudablemente, los aficionados llenarán el aforo del teatro no sólo por el propio interés que ha despertado la obra sino por si acaso se cumple la profecía del propio Lindsay: «Este espectáculo puede ser el últmo».

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