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Espectaculares avances de la tecnología del vídeo y la televisión

El 19º Salón Internacional de la Imagen, el Sonido y la Electrónica (Sonimag), que se clausura hoy en Barcelona, ofreció a los visitantes la posibilidad de ver, e incluso experimentar, algunos de los prototipos de desarrollo tecnológico que marcarán el futuro inmediato de la televisión y del vídeo. Antenas parabólicas para la recepción directa de programas de televisión emitidos por satélite; los distintos sistemas de videodiscos, presentados por primera vez en España; el videomovie japonés como alternativa al cine de formato reducido; receptores de televisión con sonido estereofónico y un sinfín de avanzados modelos de todas las marcas para la obtención y reproducción de imágenes en vídeo, tanto para el consumo doméstico como para uso profesional, fueron los principales alicientes del salón de la imagen.

Si Sonimag fue, en otros tiempos, introductor del televisor en color para el mercado nacional, este año se ha convertido en promotor del vídeo, en cuanto medio de comunicación y objeto de consumo, que constituirá uno de los negocios más lucrativos en lo que resta de siglo. El índice de cobertura del mercado de equipos de vídeo (1,2 equipos por cada mil habitantes) es todavía muy bajo si se compara con el resto de Europa occidental (que va desde los cincuenta equipos en Suiza a diez equipos en Francia por cada mil habitantes). Sin embargo, en la próxima temporada, iniciada en Sonimag, el mercado nacional del vídeo se incrementará en un 42% respecto al año anterior, según los datos que facilita Juan Manuel Otero, director del salón barcelonés.Los magnetoscopios o grabadores de imágenes en vídeo ya están introducidos en España en todos los sistemas y marcas. En el mercado nacional aparecerá una nueva generación de videocasetes que siguen los pasos de las minicadenas de alta fidelidad; los compactos, como los presentados por Hitachi, que ahorran espacio (43 centímetros de ancho por quince de alto); los de cargador frontal, como el HR-7700 de la firma JVC; el modelo que sirve para los tres sistemas (Pal, Secam y NTSC), como el de Thomson; y los intentos del sistema Beta para lograr una autonomía de programación que se aproxime a la duración del V 2000 (ocho horas por cinta), como el cargador automático de Sony, que admite hasta cuatro cintas que permiten la grabación continua de hasta quince horas.

La casi totalidad de las firmas proporcionan equipos portátiles de media pulgada dotados de magnetoscopio, alimentador y cámaras para aficionados, por un precio medio que oscila en torno a un mínimo de 350.000 pesetas. Los equipos para uso semi profesional, en 3/4 de pulgada, dotados con mesas de edición (e incluso editores automáticos), además de las unidades de grabación, pueden tener un coste aproximado de tres millones de pesetas.

"Videomovie" y disco compacto

La novedad más importante dentro del vídeo de pequeño formato, para aficionados, fue aportada por la firma Sony con el denominado videomovie: una pequeña cámara, semejante a las cinematográficas de super 8, cuya comercialización se anuncia para 1985. Intocable y protegida por una escafandra, esta videocámara pesa dos kilográmos, lleva el grabador incorporado y va provista de cintas de vídeo, con duración de veinte minutos, del tamaño de una caja de cerillas, similar a las cintas audio de los microcasetes. Sony, sin embargo, no presentó la cámara Mavica, alternativa a las cámaras fotográficas.Tampoco Sony y Philips presentaron su producción conjunta del disco compacto (compact disc audio digital), que se anuncia como el «mayor progreso en reproducción de sonido desde que se inventó el disco de fonógrafo». El disco compacto, para la reproducción de imágenes auditivas, tiene un diámetro de tan sólo doce centímetros, admite una hora de información digital (en vez de analógica) por una sola cara; es inmune a influencias externas (polvo, rayas, manipulaciones incorrectas) y tiene, por tanto, una vida ilimitada; su lectura se hace por rayos láser, sin contacto mecánico con la superficie del disco, fabricado en plástico metalizado. El giradisco se adapta al formato miniaturizado del disco y permitirá su uso en espacios reducidos, como el automóvil. Su lanzamiento internacional está previsto para finales de 1982. La Deutsche Gramophon ya ha grabado, por el procedimiento audiodigital y en este formato, La flauta mágica, de Mozart, bajo la dirección de Herbert von Karajan.

El hecho de que no se comercialicen todavía los prototipos de Mavica, videomovie y disco compacto, hace suponer que existe un forzado entendimiento industrial entre las grandes multinacionales de la imagen y del sonido que consienta una transición tolerable en la producción y ventas de la fotografía actual a la magnética y del disco convencional al compacto.

Los videodiscos

Podría suceder lo mismo con el videodisco, que todavía no se comercializa en Europa, pese a las fuertes inversiones efectuadas por RCA en Estados Unidos. El videodisco, como su nombre indica, es un disco análogo al long play sonoro, que contiene imágenes visuales y sonoras de hasta dos horas de duración. El videodisco y aparato lector sólo permiten la reproducción de las imágenes, pero al contrario del videocasete, no tiene la función de grabar. El videodisco ofrece imágenes de mayor calidad que el videocasete y facilita la parada o congelado absoluto de imagen. Su capacidad de almacenamiento es de 50.000 imágenes por cara.Sonimag presentó los tres modelos fabricados actualmente, que, como sucede con los videocasetes, son incompatibles entre sí; el Selectavisión, desarrollado por RCA y que será comercializado por Sanyo, Toshiba, Zenith, Hitachi y la cadena de almacenes Sears, entre otros, es de lectura por el sistema de pic-up; el sistema Very High Density (VDH), desarrollado por Matsushita y que será comercializado, entre otras firmas, por JVC, Sharp, Panasonic, Quasar, General Electric, es de lectura por capacidades y, por tanto, sin contacto directo con el videoscopio; Sharp ofreció su versión del VHD en Sonimag con un sofisticado aparato que admite dos horas de imágenes en un sólo disco, tiene dos canales de sonido (permite por tanto versiones sonoras bilingües), compatibiliza los sistemas Pal y NTSC y puede reproducir, además, los discos digitales exclusivamente sonoros; Philips presentó, por último, su avanzado modelo de vídeo Long Play (VLP), con lectura por laser. La vida del videoscopio, en los dos últimos prototipos, es prácticamente ilimitada. Thomson por el contrario, que tiene, desde hace tres años, su propio modelo, por lectura mediante láser, no lo presentó en Barcelona.

Thomson, por el contrario, ofreció, por primera vez en España, el modelo de las futuras antenas para recepción convencional de programas de televisión: una parábola de aproximadamente noventa centímetros de diámetro, que funcionará como antena colectiva (el usuario particular tendrá que adquirir un convertidor de señales) para la recepción directa de programas por satélite. Su precio no ha sido establecido todavía y se comercializará simultáneamente al lanzamiento de satélites para la teledifusión europea, prevista para los años 1983-1985. Estas antenas servirán, entonces, para que gran parte de los telespectadores españoles capten, además de los programas nacionales, las emisiones de distintas televisiones europeas. Thomson instaló en Sonimag un simulacro de emisión por satélite y recepción de la misma a través de la antena parabólica en el televisor convencional.

La primera generación de receptores estereofónicos de televisión; muebles unitarios para ensamblar todos los equipos de imagen y sonido con control por mando a distancia (el reverso de los equipos de alta fidelidad portátiles, los casetes y auriculares walk man); las pantallas grandes de televisión (videoproyectores de los que Mitsubishi ofrece una completa gama), hacen su aparición al lado de otro desafío de la multinacional japonesa Sony: la televisión de alta definición (High Definition vídeo System), sistema ya experimentado con la emisora estatal japonesa NHK, que se caracteriza por operar con 1.125 líneas, por la utilización de banda ancha y por una calidad de imagen que se acerca a la cinematografía de 35 milímetros.

Uno de los lugares más concurridos por los promotores de emisoras privadas de televisión fue el stand de la firma Telec, representante en España de las empresas italianas Itelco y NTV. José Molins, gerente de Telec, manifestó que las empresas por él representadas nacieron con y para las televisiones privadas italianas, país donde instalaron alrededor de quinientos estudios. Telec ha preparado ya, en España, a petición de posibles concesionarios, 52 proyectos técnicos para la instalación de emisoras de radio en frecuencia modulada y tres proyectos para emisoras de televisión. El coste mínimo de una pequeña emisora de radio en FM oscila, según José Molins, entre medio millón y un millón de pesetas, mientras que un estudio de televisión, dotado de los equipos necesarios para producir y emitir programas, con un mínimo de calidad, asciende a sesenta millones de pesetas. Precisó que entrarán en competencia con uno de los fabricantes nacionales más fuertes, la firma Piher. Pasaron por allí los representantes de algunos concesionarios de televisiones privadas, como Iñaki Gabilondo, Luis Angel de la Viuda y Manuel Martín Ferrand.

Otras empresas españolas se dedican exclusivamente a la producción de programas en vídeo y al alquiler de equipos para particulares. Entre ellas, la catalana vídeo Spot -que desde su creación, en 1979, casi ha triplicado su volumen de facturación hasta rondar los doscientos millones de pesetas.

La conjunción de los nuevos avances en vídeo, televisión y sonido ofrecidos por los 450 expositores que ocupan los 27.000 metros cuadrados del recinto, más la inminencia de la puesta en marcha por la Compañía Telefónica Nacional de España de los servicios de teletexto, preconizan a corto plazo, un modelo distinto de consumidor y productor audiovisual.

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