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Los socialdemócratas alemanes, divididos ante el pacifismo

Tomas de postura contradictorias ante la manifestación pacifista anunciada para el próximo 10 de octubre, el desastre en las elecciones municipales de la baja Sajonia y las divergencias evidentes entre el presidente del partido, Willy Brandt, y el canciller federal, Helmut Schmidt, han situado a los socialdemócratas alemanes (SPD) en una crisis abierta en la que podía verse implicado el Gobierno federal. Para el 10 de octubre está anunciada en Bonn una de las mayores manifestaciones de la historia de la Repúblíca Federal de Alemania (RFA). Se esperan 150.000 manifestantes "a favor del desarme y la distensión en Europa" y "contra la amenaza atómica". El partido socialdemócrata (SPD) está dividido ante la manifestación. Schmidt ha declarado que manifestarse equivale a atacar la posición occidental ante las conversaciones de desarme, debilitar al SPD en la coalición con los liberales (FDP) que gobierna en Bonn desde hace doce años, y dejar en entredicho la credibilidad internacional del Gobierno federal.

No todos en el SPD comparten la opinión de Schmidt. Hasta el momento, 55 diputados socialdemócratas -a los que hay que sumar dieciséis parlamentarios liberales- han firmado ya resoluciones a favor de la manifestación del 10 de octubre, donde incluso está previsto un discurso de Erhard Eppler, miembro de la presidencia del SPD; Schmidt calificó a Eppler de "chiflado", lo que revela el grado de enfrentamiento a que se ha llegado en las filas socialdemócratas.

Postura ambigua

El grupo de los "alcantarilleros", los diputados más derechistas de la fracción parlamentaria, se ha enfrentado al presidente del partido, Willy Brandt, a quien acusan de adoptar una postura ambigua ante la manifestación. Brandt considera que el SPD no puede dejar fuera a todo el amplio movimiento pacifista en la RFA y tratar de conseguir su integración dentro del partido, en un intento similar al realizado a comienzos de los setenta, cuando el SPD, recogió una buena parte del movimiento estudiantil y la llamada "(oposición extraparlamentaria".En una fuerte discusión dentro de la fracción parlamentaria socialdemócrata, Brandt afrontó a sus críticos para decirles: "Con seguridad a mis años no voy a cambiar, pero aquí se puede cambiar una cosa cuando llegue el momento de decidir quién debe ser presidente del partido".

Con sus palabras, Brandt dio a entender que si no le aceptan como es está dispuesto a dejar el cargo. La postura ante la manifestación pacifista ha mostrado abiertamente las diferencias de planteamiento entre Schmidt y Brandt. El canciller ve la manifestación como un ataque a su Gobierno. El presidente del SPD considera legítima y justificada la inquietud por la paz en estos momentos, y escribe en la revista mensual del partido que "es saludable que muchas personas intenten hacer patente a los poderosos de este mundo lo preocupadas que están y cómo se comprometen para que se asegure la paz por medio de la distensión y del desarme".

¿El SPD en la oposición?

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En Bonn se especula ya con la existencia de un plan para llevar al SPD a la oposición. Se atribuye a la izquierda socialdemócrata, y también a Brandt, la convicción de que en la situación actual ya no es posible realizar una política reformista, que el partido está desgastado por el poder y necesita "regenerarse en la oposición". Todo esto son especulaciones, pero las diferencias entre Schmidt y Brandt son evidentes ante el movimiento pacifista.Las elecciones municipales del pasado domingo en la baja Sajonia han venido a confirmar lo que desde hace meses anuncian los sondeos demoscópicos: la caída espectacular del SPD.

En la baja Sajonia, el SPD perdió en las elecciones municipales un 6,6% de sus votos. Los sondeos de opinión le sitúan muy por debajo del 40%, lo que, en caso de nuevas elecciones federales, haría imposible la formación de una nueva coalición gubernamental entre socialdemócratas (SPD) y liberales (FDP).

Para los socialdemócratas la situación es dramática, porque cualquiera de las estrategias posibles llevan consigo la pérdida de votos. Si el SPD hace una política hacia la derecha, a favor del rearme y de austeridad económica, pierde los votos de los jóvenes y del Movimiento pacifista. Si el SPD intenta integrar el nuevo movimiento de protesta, pierde los votos del centro. Willy Brandt cree que se pueden aunar las dos posiciones, pero sus esfuerzos se asemejan al intento de resolver la cuadratura del círculo.

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