Moscú apuesta por los sindicalistas moderados
El Kremlin perdió las esperanzas de que el sector moderado que encabeza Lech Walesa se mantuviera en el liderazgo del sindicato libre Solidaridad. La Prensa soviética no ha sido del todo ínsensible a los duros debates que tuvieron lugar durante la segunda parte del congreso del sindicato independiente, que ratificó al actual presidente de la organización sindical libre.Nuevamente, la agencia Tass volvía a hacer distingos ayer y evitaba descalificar al conjunto de la organización para limitarse a acusar a "algunos elementos" del sindicato de "paralizar conscientemente las íniciativas del partido y del Gobierno, que tratan de superar la crisis polaca".
Walesa ha salido indemne de los dardos lanzados por los periódicos de Moscú, y hay quien afirma que el Kremlin tiene puestas en él muchas esperanzas.
Dado que no es fácil acabar con el sindicato independiente Solidaridad, algunos observadores creen que la URSS vería con buenos ojos la marginación del ala extremista del sindicato y que en éste se impusiese una disciplinada línea de crítica constructiva y colaboración con el poder.
En este sentido, en la capital soviética se recuerda la intervención en la televisión polaca -hace diez días- de uno de los máximos exponentes del sector prosoviético del partido polaco, el miembro del Buró Político Stefan Olzowskí, quien propuso un frente común en el que participarían el Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista), la Iglesia y los sindicatos.
Las declaraciones al semanario alemán Stern del experto en temas internacionales del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) Leónidas Zamiatin parecen abonar también estas tesis.
Zamiatin afirmaba a la citada revista que Lech Walesa se encuentra cercado por los extremistas de su sindicato.
Durante los últimos tiempos, la Prensa soviética ha acusado repetídas veces a Solidaridad de no querer hacerse cargo de la parte de responsabilidad que le corresponde en la crisis polaca. Según los diários moscovitas, el sindicato independiente debía de colaborar en la solución de los problemas económicos, rebajando sus exigencias, en vez de hostigar af POUP para tratar de sustituirlo en el poder.
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