Los iraníes eligen hoy el tercer presidente de la joven República Islámica

Bajo el eslogan "cada voto, una bala en los ojos del gran Satán", Sayed Alí Jamenei, de 42 años, puede convertirse hoy en el primer clérigo que accede a la presidencia de la República Islámica de Irán y en la tercera persona que ocupa este cargo tras Abolhassan Banisadr, destituido el pasado mes de junio, y Alí Rayai, asesinado el pasado 30 de agosto. A partir de las siete de la mañana de hoy, y durante diez horas, permanecerán abiertas las urnas en 2.300 colegios electorales.

Las calles de Teherán no registraban la víspera de estos comicios presidenciales la misma dinámica de ocasiones anteriores. La situación es de tranquilidad tensa. No se descarta que hoy se produzcan incidentes, y se ha prohibido la circulación de motocicletas para evitar atentados.Jomeini cubrió ayer apresuradamente las vacantes provocadas en la cúspide de las Fuerzas Armadas iraníes por el accidente aéreo del martes, cerca de Teherán, en el que perdieron la vida cuatro importantes mandos castrenses y otras setenta personas al estrellarse un Hércules en la periferia de la capital iraní. El general Zahirnejad es el nuevo jefe del mando supremo de las FF AA, y el coronel Sayed Alí Shirazi asume el mando del Ejército. Las causas del siniestro no han sido explicadas todavía, y Teherán vivió ayer una jornada de luto multitudinario con ocasión del sepelio de las víctimas.

Sin poder afirmarse que no ha existido campaña electoral, sí cabe decir que ésta se ha visto muy restringida. Unicamente la Prensa ha mostrado continuadamente las fases de esta prueba electoral, mientras en las calles no han abundado ni los bandos ni los carteles.

La razón que barajan círculos oficiales es que Jamenei es lo suficientemente conocido, tras varios años en los que ha dirigido la importante plegaria de los viernes en la Universidad de Teherán, como para no precisar de ningún lanzamiento. Sin embargo, otras explicaciones parten de considerar que la situación política iraní ha variado sensiblemente desde los últimos episodios, en los cuales figuras cruciales de la vida política, del clero, del poder judicial, del Parlamento, del poder ejecutivo y de las fuerzas armadas han desaparecido en atentados. Jamenei mismo ha sobrevivido a uno de ellos.

Es un hecho que por unas causas u otras las fuerzas que hicieron la revolución se han visto progresivamente desplazadas de la órbita del poder para dar paso a una hegemonización de éste por una de aquéllas, el partido de la República Islámica. De la islamización política se ha pasado a la clericalización del poder, y el grado de aceptación de esta fórmula se presenta como sensiblemente distinto al que otras opciones más plurales podrían presentar. Por ello, las autoridades de Teherán instan a la población a votar, con el propósito de conseguir un caudal de votos superior al conseguido por Alí Rayai durante las pasadas elecciones y que las autoridades calibran en trece millones de votos.

La ruptura del cerco

Los dirigentes islámicos se muestran esperanzados sobre el futuro. La ruptura del cerco de Abadán, el más importante centro petrolero del país, y la recuperación de los ejes viarios que unen esta ciudad con Mahshahr y Ahvaz, al este y al norte, respectivamente, de aquel nudo, han sido recibidos con entusiasmo generalizado, por cuanto supone una etapa importante, según se asegura, para un desenlace de la guerra favorable a Irán. En medio de esta euforia, la Marina iraní recibió ayer las tres patrulleras vendidas por Francia, una de las cuales, la Tabarzin, fue secuestrada en aguas de la bahía gaditana por un comando de oponentes al régimen de Teherán. Las lanchas entraron ayer en aguas jurisdiccionales iraníes y por la tarde eran esperadas en Bandr Abbas, al sur de Irán.

En cuanto a la situación política, las continuas y sumarias ejecuciones no han hecho decrecer el ritmo de los atentados contra dirigentes islámicos, que se suceden por toda la geografía iraní. Los tribunales revolucionarios envían diariamente al paredón a decenas de oponentes, y no hay indicios de que vayan a cambiar de actitud en un futuro inmediato. Las posibilidades de una "suerte de reconciliación interior" no existen y el temor a la violencia se ensancha paulatinamente.

La sección alemana occidental de Amnistía Internacional anunció ayer en Berlín Oeste que han sido ejecutadas 3.000 personas en Irán desde la caída del sha, según informa la agencia France Presse.