Fallece una anciana de 84 años por el síndrome tóxico
Ayer falleció una mujer de 84 años de edad a causa del síndrome tóxico, provocado por la ingestión de aceite adulterado, lo que eleva a 135 el número de víctimas por dicha intoxicación, según cifras oficiales, que son 143, según el cómputo del PSOE.Bernardina Muñoz había sido ingresada en la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social Licinio de la Fuente de Segovia, el pasado 6 de julio, siendo dada de alta posteriormente, para volver a ser reingresada en varias ocasiones hasta su fallecimiento.
En las últimas veinticuatro horas se han registrado en Madrid cinco nuevos ingresos hospitalarios, cuatro reingresos y veintinueve altas. El número total de enfermos ingresados era de 742. En el resto de las provincias afectadas fueron ingresadas por primera vez cuatro personas, reingresaron dos y otras ocho fueron dadas de alta; el número total de personas ingresadas en los distintos centros hospitalarios era de 259. En total existen en la actualidad 1.001 enfermos hospitalizados en todo el país.
Por otra parte, mañana comenzarán a hacerse efectivas en Bilbao las ayudas asistenciales y económicas aprobadas por el Gobierno para los afectados por el síndrome tóxico. Las personas que han declarado haber ingerido aceite tóxico en la provincia vasca son cincuenta, pero deben certificar mediante análisis que han sido realmente afectadas.
Alarmismo alimentario
El Consejo Asesor del Consumo, reunido durante dos días en la sede del Instituto Nacional del Consumo, ha analizado la situación actual de «alarmismo desorbitado hacia el consumo alimentario», valorando muy negativamente los efectos que de ello se derivan, lo que, según dicho consejo, repercute gravemente sobre los intereses generales y de los consumidores.
El Consejo hizo igualmente referencia a la aparición de listas apócrifas, a las declaraciones alarmistas, emitidas incluso por funcionarios de la Administración, y a la falta de defensa de «nuestras empresas y nuestros productos». Para contrarrestar esta situación, el Consejo Asesor del Consumo pide a los poderes públicos que hagan un esfuerzo para restablecer la confianza del consumidor, a los medios informativos que moderen su sensacionalismo y a las empresas que eleven sus niveles de control.
