El presidente Mitterrand no nacionalizará la banca extranjera

El Gobierno francés no nacionalizará las bancas extranjeras, tal como lo solicitaba el Consejo de Estado, tras examinar el documento oficial sobre la extensión del sector público. Ayer, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley sobre esta cuestión, que someterá a la aprobación de la asamblea. Este jueves, el presidente, François Mitterrand, en su primera conferencia de Prensa del septenio que inició hace cuatro meses, matizará el importante tema de las nacionalizaciones.El ex primer ministro Raymond Barre, por primera vez tras el fracaso del giscardismo en las últimas elecciones presidenciales, critica de la manera más severa la política económica y social del Gobierno.

La operación se cerraría hoy en El Elíseo

Mitterrand, esta tarde, en la sala de fiestas del Palacio del Elíseo, rodeado de sus quince ministros más representativos, como en los tiempos de aquellas «ceremonias» mundialistas que organizaba el general Charles de Gaulle, rematará el proyecto de las nacionalizaciones, el que más «escándalo» ha provocado en Francia y en los países occidentales. El Consejo de Ministros de ayer aprobó el proyecto de ley definitivo que el presidente redondeará.Tal como estaba previsto, cinco grupos industriales pasarán, cien por cien, a manos del Estado, y la banca (salvo cincuenta establecimientos menores) también ingresa en el sector público. El Consejo de Estado había puesto tres «pegas» al texto gubernamental. El Gobierno ha aceptado dos y rechazado la tercera. Esta última era la más espectacular: el Consejo, según su lógica jurídica, estimaba que también debían nacionalizarse los bancos extranjeros ubicados en Francia. Pero el Gobierno, consciente del contencioso internacional que se le venía encima, ha desestimado la recomendación de la jurisdicción precitada (sólo tiene carácter consultivo) y se ha inclinado por una decisión política: no nacionalizará la banca extranjera.

Dos rectificaciones más

Por el contrario, ha aceptado dos rectificaciones más. La primera, referente a la indemnización de las empresas nacionalizadas. El Gobierno pretendía hacerlo teniendo en cuenta su cotización en la Bolsa durante los últimos tres años. En definitiva, siguiendo la opinión del Consejo, las acciones serán pagadas a partir no sólo de esa cotización, sino de los activos de las empresas, es decir, de las riquezas y los beneficios. Paralelamente, los responsables oficiales también aceptan devolver al sector privado las múltiples participaciones industriales de los dos bancos privados más importantes que van a ser nacionalizados: Paribas y Suez.Estos «retoques» fueron bien acogidos en los medios financieros y, aunque las nacionalizaciones pocos las digieren, se reconoce que el Gobierno las va a pagar equitativamente, como lo había prometido el primer ministro, Pierre Mauroy.