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El debate de la colza

Felipe González y Miguel Herrero, debatieron la constitucionalidad de la "reprobación"

El secretario general del SOE, Felipe González, defendió la procedencia de juzgar el comportamiento de los cinco ministros inás directamente relacionados con el caso del aceite tóxico, frente al portavoz de UCD, Miguel Herrero, quien afirmó que esta reprobación parcial del Gobierno es de dudosa constitucionalidad. Se sumó a esa tesis el propio presidente del Gobierno, quien además afirmó que el Gobierno afrontaba solidariamente la proposición socialista.

Felipe González enumeró una serie de razones políticas que justifican la reprobación de los ministros de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social; Economía y Comercio; Hacienda; Industria y Energía, y Agricultura, como son el que ellos mismos han reconocido la existeñcia de fallos en la Administración que dirigen, insuficiencia reconocida también por todos los grupos de la Cámara y el hecho de que las medidas propuestas por el Grupo Socialista debían haber sido propiciadas por los propios ministros, puesto que es la voz de ellos y no del Parlamento.Miguel Herrero, después de advertir al líder socialista que para ser verdaderamente popular hay que saber renunciar a las ocasiones de ser popular, sostuvo que la propuesta del PSOE era de dudosa constitucionalidad, porque se trata de una moción que no tiene efectos jurídicos, ya que éstos se producen sólo mediante el mecanismo.de la censura formal, y sí efectos políticos.

Ello, dijo el portavoz centrista, «enerva las previsiones constitucionales», ya que la Constitución establece que la censura sólo podrá ser constructiva, es decir, previendo una alternativa al poder ejecutivo censurado. Asimismo recordó que, cuando se elaboró la Constitución, los socialistas no votaron una propuesta comunista pára establecer un sistema de censura individual de los ministros.

En cuanto al fondo de la cuestión, Herrero aventuró que los socialistas pretenden que se exponga una opinión, pero advirtió que más bien era un prejuicio, porque la propuesta fue presentada antes del debate, y sin conocer, por tanto, si el Gobierno iba o no a dar satisfacción en él. El portavoz centrista negó que los ministros fueran responsables de las insuficiencias que puedan haber existido, y terminó diciendo que no hay que buscar cabezas de turco.

Felipe González replicó afirmando que si la responsabilidad de los ministros estuviera demostrada, su grupo pedíría el cese inmediato y no su reprobación. En cuanto a los prejuicios, contestó que antes del debate ya había razones para la reprobación y después de él más aún.

Nuevamente, Herrero advirtió que el PSOE está pidiendo responsabilidades políticas y que, en términos políticos, reprobar es pedir el cese, a lo que el presidente Calvo. Sotelo añadió que se sumaba a losjuicios del portavoz y que el Gobierno rechazaba, solidariamente la propuesta socialista. Felipe González remató la discusión afirmando que su,grupo proponía la reprobación de solamente cinco minístros.

Medidas,de ayuda

A la hora de cerrar esta edición, el Pleno del Congreso estaba terminando el debate de las enmiendas de las proposiciones de resolución presentadas por el Gobierno -la constitución de una comisión de encuesta- y los grupos parlamentarios. Entre éstas, la principal era una proposición de veinticuatro puntos del Grupo Socialista, que propone medidas de reforma de la Administración, de ayuda a los afectados y de investigación sobre el envenenamiento y sus causas.

La propuesta socialista fue abundantemente,en m end ada, sobre todo por parte de UCD, que, entre otras cosas, añadió la idea de crear un Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

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