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Las autoridades educativas confían en un comienzo de curso sin graves problemas

El curso pasado se produjo un significativo crecimiento del número de alumnos que optan por los estudios de formación profesional al término del período de escolaridad obligatoria. El dato constituye un hecho que el Ministerio de Educación y Ciencia valora muy positiva y esperanzadamente, según manifestó ayer el titular del departamento, Juan Antonio Ortega, en conferencia de Prensa. El ministro, junto con todos los miembros del equipo directivo de Educación y Ciencia, facilitó ayer a los informadores los datos más significativos del comienzo del nuevo curso escolar, cuya síntesis estadística recogemos en esta misma página. Un nuevo curso escolar, por otra parte, que las autoridades educativas afrontan con la esperanza también de que el esfuerzo realizado a lo largo de todo un año por quienes tienen la responsabilidad de su programación se traduzca en una rentree «sin conflictos». En cualquier caso, el Ministerio considera que la escolarización en el nivel obligatorio, la EGB, es absoluta y que en preescolar alcanza al 80% de la población infantil de cuatro y cinco años.

Tanto el ministro como sus colaboradores pusieron especial énfasis en la preocupación del departamento por conseguir un comienzo de curso sin agobios. Juan Antonio Ortega destacó el sensible adelanto que, con respecto a cursos anteriores, se había conseguido tanto en la resolución de las convocatorias de oposiciones de ingreso a los distintos cuerpos docentes y de los concursos generales de traslados, así como en el suministro de equipamientos para los centros de nueva creación.

Es de significar que la cifra de profesores que han cambiado de destino, como consecuencia de los concursos de traslados, se eleva a 25.730. El mayor porcentaje de estos traslados se registra en el nivel de BUP, con un 18,18% sobre el total de la plantilla docente de este nivel, seguido por el producido en formación profesional, con un 13,43% y el 11,12% de la plantilla de EGB.

Es evidente que esta movilidad del profesorado complica considerablemente el funcionamiento de la maquinaria administrativa; pero refleja, al mismo tiempo, la inestabilidad o falta de continuidad de los claustros de la gran mayoría de los centros.

La repercusión negativa de este fenómeno en la calidad de la enseñanza no se le oculta al ministro de Educación. En opinión de Juan Antonio Ortega, no puede negarse que el hecho refleja un «conflicto de intereses» entre los dos elementos fundamentales del proceso educativo: profesores y alumnos. El derecho y la ventaja de los funcionarios a trasladarse de destino se contradice con el valor pedagógico que supone para los alumnos la existencia de equipos, docentes estables, que permitan programaciones educativas a medio y a largo plazo. El ministro señaló, a este respecto, que el proceso de transferencias a las comunidades autónomas impide, por el momento, inaugurar un procedimiento sustancialmente diferente en materia de concursos de traslados.

Crecimiento de la formación profesional

El director general de Enseñanzas Medias, Raúl Vázquez, resaltó el crecimiento del alumnado de formación profesional, superior en términos relativos al producido en el bachillerato (un 8,8% frente a un 1,88%). El dato se ve con esperanza a la luz de la filosofía que inspiran los planes para la reforma de este nivel educativo. Como se recordará, el Ministerio ha sometido un documento base sobre esta reforma a la consulta de todos los sectores afectados. En coherencia con esta inicial modificación del flujo del alumnado que termina EGB hacia una de las modalidades de enseñanza media más tradicionalmente rechazadas, la formación profesional, el Ministerio ha incrementado considerablemente las inversiones económicas en estos estudios, lo que se refleja en el hecho de que este curso se han creado tan sólo 16 institutos de bachillerato, frente a los 63 nuevos centros de formación profesional que ahora entran en funcionamiento. Pese a todo, el porcentaje de escolarización en este nivel educativo es may bajo, pues sólo representa el 17,5% del alumnado total del sistema.

En cuanto a la normalidad con que se espera transcurran los primeros días del curso, el subsecretario de Administración Educativa, Miguel Angel Arroyo, afirmó que se ha encomendado a los delegados provinciales del departamento la formación de unos equipos de seguimiento de todas las incidencias que puedan producirse, que se traducirán en la elaboración de partes diarios sobre las mismas, con objeto de subsanarlas. Por otra parte, se ha encarecido a los delegados provinciales que intensifiquen al máximo sus contactos y colaboración con las autoridades locales para atender puntualmente a todas las deficiencias que se detecten.

A este respecto, Miguel Angel Arroyo ponderó la eficacia de los contactos mantenidos personalmente con los concejales responsables de Educación de los ayuntamientos madrileños.

En respuesta a diversas preguntas de los informadores, el ministro aseguró que se estaba en estrecho contacto con las autoridades sanitarias para resolver, caso por caso, los problemas específicamente escolares suscitados como consecuencia del envenenamiento masivo por aceite tóxico.

Por su parte, el subsecretario de Educación y Ciencia, Antonio Lago Carballo, resaltó la intensificación de la acción del Ministerio en materia de formación y perfeccionamiento del profesorado. Los institutos de Ciencias de la Educación realizaron durante el curso pasado 1.212 cursos de perfeccionamiento, seguidos por más de 42.000 profesores, a los que hay que añadir los 1.500 que siguieron estos cursos a través de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

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