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UCD defiende intereses empresariales con su oposición al nuevo reglamento municipal de inspección de mercados

La modificación del Reglamento Municipal de Inspección de Abastos y Mercados enfrenta a los grupos socialista y centrista del Ayuntamiento de Madrid, decidida a aproximar los criterios de inspección del municipio en materia alimentaria a los de la Administración central. El proyecto de nuevo reglamento elaborado por la Delegación de Abastos y Mercados ha sido duramente contestado por el grupo municipal de UCD, en el que figura como concejal el secretario de la Cámara de Comercio de Madrid.

Esta duplicidad de intereses por parte del referido concejal centrista, Angel Verdasco, sitúa al grupo de UCD en el Ayuntamiento en una difícil posición de cara al pleno extraordinario que mañana celebra la Corporación, en el que será aprobado el referido proyecto de reglamento, ya que si, como miembro del municipio, parece lógico una cierta beligerancia de su parte a favor de los intereses ciudadanos representados por el Ayuntamiento en lo que se refiere a la garantía cualitativa de los productos comercializados en el ámbito de abastos, su vinculación con el sector empresarial que el reglamento trata de ordenar y regular podría suponerle alguna limitación en su gestión municipal. Esta circunstancia, que el grupo socialista trata de poner de relieve en un intento de identificar con la defensa de determinados sectores económicos al grupo centrista en el Ayuntamiento, parece haber forzado un último esfuerzo negociador de UCD con la Delegación de Abastos, cuyo responsable es el socialista Luis Rufilanchas, que evite la confrontación pública entre ambos grupos en el pleno de mañana.

En un ambiente de psicosis colectiva como la que padece el país por el masivo envenenamiento por el aceite adulterado, y a escasos días del debate parlamentario sobre el mismo, resultaría enormemente negativo para UCD aparecer en la Corporación municipal opuesta a un proyecto que trata, por decisión política de su equipo de gobierno, de contribuir al saneamiento del mercado alimentario que exige la población.

Desde la referida decisión política de socialistas y comunistas para recuperar para el municipio el protagonismo de la inspección alimentaria en el ámbito territorial de su competencia, la Delegación de Abastos ha afrontado la actualización del reglamento de inspección, vigente desde 1974, tendiendo a su equiparación con los criterios de la Administración central, "que son perfectamente válidos para evitar fraudes como el del aceite, si existiera la necesaria decisión política".

El proyecto de nuevo reglamento trata fundamentalmente de actualizar y modernizar las inspecciones comerciales y alteraciones en la calidad de los productos de alimentación que se comercializan en el término municipal de Madrid. Asimismo persigue establecer un criterio para el control de la calidad de los referidos productos mediante las oportunas investigaciones analíticas, para lo que se tomarán muestras que serán procesadas por la actual infraestructura de que dispone el Ayuntamiento. "Si acaso, será necesario ampliar la plantilla técnica de los laboratorios municipales, especialmente por lo que se refiere a bromatólogos, veterinarios, farmaceuticos y químicos", señala Rufilanchas.

Los sectores afectados por el futuro reglamento serán todos aquellos de producción alimentaria ubicados en el término municipal de Madrid, así como el almacenamiento, distribución y circulación de alimentos que tengan su origen o punto de destino en la capital, además de mayoristas y minoristas.

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La Delegación de Abastos considera que la mayor oposición al proyecto de nuevo reglamento viene de parte de la CEOE y CEPYME, así como los minoristas, con los que identifica en su defensa al grupo centrista, que, por su parte, afirma su exclusiva intención de "poner en pie una normativa moderna y posible, sin demagogias".

Reivindicaciones centristas

La oposición de UCD al proyecto municipal se recoge en un pliego de reivindicaciones que ayer fue negociado con la Delegación de Abastos y Mercados y sobre las que, de acuerdo con el portavoz centrista, Alvarez del Manzano, se habría establecido un cierto acuerdo entre ambas posiciones. Entre las peticiones centristas figura la supresión de "cualquier otras personas que en circunstancias excepcionales puedan habilitarse" para la inspección, tal como señala el artículo segundo del proyecto de reglamento. UCD aduce para su petición que la trascendencia que pueden tener las actas de inspección exige a los funcionarios un mínimo de requisitos que garanticen su aptitud y solvencia.

UCD se opone asimismo al catálogo de infracciones sancionables en materia de abastos, que contempla el articulo tercero del futuro reglamento, y propone su sustitución por las que contemplaba el todavía vigente, en el que, entre otras infracciones, se señala la venta de artículos sin licencia municipal de apertura o no amparados por la misma.

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