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Entrevista:El debate de la OTAN

El Gobierno quiere un mando único español sobre el territorio nacional y las zonas marítimas

El Gobierno español aspira a obtener un mando único militar, al margen de Portugal, del territorio español y de sus aguas adyacentes cuando se integre en el sistema defensivo de la Alianza Atlántica, ha declarado a EL PAÍS el ministro de Defensa, Alberto Oliart, en el curso de una entrevista en la que señala que el Gobierno espera conseguir, antes de ingresar en la OTAN, el, mando militar de la plaza de Gibraltar. El ministro deja en el videncia las dificultades existentes sobre la posible garantía o no de defensa de Ceuta y Melilla desde el ámbito de la Alianza, señala que España podría adquirir unos noventa aviones de combate americanos próximamente, y que intentaría incluir esta compra en las negociaciones bilaterales del acuerdo Madrid-Washington ya pospuestas al ingreso en la OTAN.

Pregunta: El Gobierno está elaborando el Plan de Defensa Nacional, cuyo presupuesto deberá someter al Parlamento próximamente. ¿Contempla el plan la opción atlántica? ¿Cuándo estará ultimado?Respuesta: El plan de defensa, que tendrá una duración de diez años, creo que podrá presentarse al Parlamento en el próximo mes de octubre. Desde luego, si el Parlamento aprueba el proceso de integración de España en la OTAN habrá que introducir modificaciones y adaptarlo, por ejemplo, en el campo de la homologación y modernización del armamento, pero siempre teniendo en cuenta nuestra propia e independiente capacidad defensiva.

Asimismo, hay que señalar que una cosa es el ingreso político en la OTAN y otra las modalidades de incorporación al sistema defensivo aliadó, que deberán ser objeto de negociación en los proximos meses. Aquí elgobierno deberá ir estudiando, si le interesa o no acercarse a uno u otro comité de la OTAN, aunque sí estará presente en los más importantes. Esta presencia en los comités atlánticos será siempre objeto de una negociación permanente dentro de la OTAN para adaptarse a las necesidades defensivas de cada momento. Hay comités, como el llamado eurogrupo de la OTAN, en el que los países aliados homologan la producción de su armamento, que sí interesa mucho a España.

P. De todas maneras, parece existir una cierta precipitación y confusión en la articulación de la defensa hispana en el marco de Occidente. La renovación del acuerdo bilateral con Estados Unidos ha quedado, por ejemplo, ahora supeditada al ingreso en la OTAN. ¿Por qué este cambio?

R. Lo,que ha,ocurrido, en definitiva, es que un tema ha ido desarrollándose con más rapidez que el otro, como ha sido el de la opción OTAN, anunciada por el presidente Calvo Sotelo en su díscurso de investidura. Las negociaciones bilaterales se iniciaron ya tarde, en el mes de abril, y hasta ahora no ha habido demasiado tiempo para concluir estas conversaciones, que en etapas anteriores solían durar un año o año y medio. En ellas han surgido algunos problemas que se, desprenden del hecho de que el presupuesto norteamericano está ya cerrado y que habría que esperar al próximo año fiscal para conseguir las contrapartidas tecnológicas y de cooperación industrial militar que esperamos. También está el tema de la llamada cláusula de seguridad, que se puede conseguir con más facilidad a través del ingreso en la OTAN. Todo ello aconsejó la prioridad de la OTAN y la prórroga del tratado bilateral por ocho meses, con el fin de esperar el nuevo año fiscal, de disponer de más tiempo para la negociación bilateral y de poder delimitar las necesidades de cooperación militar ya desde la óptica atlántica.

P. ¿Pero no constituye ya un error político el prorrogar un tratado firmado en 1976 al margen de la vigente democracia hispana y con un cóntenido poco beneficioso para España? ¿No hubiera sido mejor que el Gobierno renegociara el tratado bilateral con la Administración-Carter antes de esperar a ver qué pasaba con Reagan?

R. Creo que no hay que ser excesivamente riguroso en eso de prorrogar un tratado no democrático. Hemos heredado una legislación de la etapa anteriorv las Cortes no han parado, de readaptarla y todavía tienen mucho trabajo por delante. En cuanto a la oportunidad de haber negociado con Carter hay que señalar que fue el propio Estados Unidos quien nos sugirió el retraso hasta después de las elecciones americanas. Desde entonces han pasado muchas cosas, como los acontecimientos de febrero y el cambio de Gobierno, y de ahí el retraso que provoca la prórroga del acuerdo.

P. Vista la prioridad atlántica del Gobierno cabe preguntarse sobre ¿cómo se interpreta desde el Ejecutivo la firma de un pacto defensivo multilateral con países como Francia y el Reino Unido, por ejemplo, con los que España tiene conflictos importantes como son la CEE y terrorismo con París y, sobre todo, el problema de Gibraltar?

R. Con los países de la Alianza Atlántica las razones que nos unen son muy superiores a los conflictos bilaterales que podrían separarnos. Además, creo que estos problemas podrán encontrar una solución mucho más fácil en el marco de la Alianza que fuera.

P. ¿Se puede imaginar entonces a España en la OTAN con un Gibraltar bajo soberanía británica?

R. Se, puede pensar en la presencia de España en la OTAN con un mando militar español en Gibraltar, donde, además existen otros problemas aparte del militar, como lo son los de'la población y el territorio. Cuestiones estas nue pueden encontrar una paulatina solución.

P. ¿Quiere,decir ello que un mando militar español sobre Gibraltar podría ser la cabeza de mando hispano sobre la zona del Estrecho y del Mediterráneo? ¿Cómo quedarían cubiertos en el marco de la OTAN otras zonas, como la del Cantábrico o las islas Canarias?

R. El mando español sobre Gibraltar y el Estrecho quedaría sometido, como lo ha estado tradicionalmente esa zona, a Cádiz, pero, en general, España lo que desea en la OTAN es un mando único español en todo su territorio y aguas adyacentes, que controle el Cantábrico, zona de Baleares, el estrecho de Gibraltar y, por supuesto, las islas Canarias, con bases españolas en el archipiélago, por supuesto.

P. ¿Y Ceuta y Melilla?, ¿no es verdad que el Tratado del Atlántico Norte no defendería a Ceuta y Melilla en caso de ataque a estas plazas españolas? ¿Hay posibilidad de que esta garantía defensiva -se incluya en el acuerdo bilateral con Washington?

R. El Tratado de Washington no incluye en su artículo relativo a la zona de influencia de la OTAN a Ceuta y Melilla, pero, por otra parte, sí acepta en otro artículo la defensa del territorio de todos los países aliados. En caso de conflicto habría que efectuar las consultas previas, que también se prevén en los textos oficiales.

Esta es una situación compleja porque, por ejemplo, en el marco de la OTAN se aceptarla la defensa de las plazas ante un ataque por mar, pero no por tierra, donde tendría que entrar enjuego el tema de las consultas mencionadas. El tratado bilateral no puede cubrir esta garantía defensiva porque sólo se refiere a un eventual ataque a España por parte del Pacto de Varsovia.Por otra parte, hay que señalar que el Gobierno intentará obtener las garantías posibles en el marco aliado, aunque, desde luego, Éspaña garantizará la defensa de las dos plazas en caso de conflicto, que yo no creo posible hoy día por parte de Marruecos. En todo caso, lo que sí tenemos que hacer es mejorar y reforzar las relaciones con Marrue, cos. También habría que preguntarse si mejoraría la situación en esa zona si mencionamos expresamente a Ceuta y Melilla en la negociación sobre la OTAN o si, por el contrario, ello crearía nuevas tensiones.

P. Otro tema de este debate es el de la instalación de armas nwcleares en los países de la OTAN. ¿Cuál es la posición del Gobierno?

R. Bueno; el Gobierno ha dejado muy claro que no aceptará la implantación de armamento nuclear en nuestro territorio. Por otra parte, la instalación de los misiles tácticos en tierra española no tendría ningún sentido, dado que desde la Península estas armas no tienen alcance hasta los objetivos del Pacto de Varsovia en caso de conflicto.

P. En algunos medios oficiales se ha llegado a decir como argumento favorable al ingreso de España en la OTAN que el ingreso en la Alianza Atlántica servirá también para ocupar en nuevas tareas de la defensa nacional y multilateral á cíertos oficiales del Ejército con inclinaciones golpistas. ¿Qué piensa de esto?

R. Creo que este análisis es más de historieta de díbujos que otra cosa. Lo que sí es cierto es que los Ejércitos españoles tendrán nuevas responsabilidades de defensa conjunta, por ejemplo, como las que ya realiza la Marina en muchos ejercicios navales conjuntos. La Marina, desde luego, podría integrarse mañana mismo al sistema defensivo de la Alianza; los Ejércitos de Tierra y Aire necesitarían otras adaptaciones más complejas y escalonadas. Por otra parte, los efectos psicológicos que tenga en los Ejércitos españoles la integración en la OTAN eso es un tema sobre el que es muy difícil hacer pronósticos o análisis derivados.

P. En algunos sectores de la oposición se ha protestado por declaraciones de altos mandos militares en favor del, ingreso de España en la OTAN, entrando así en el debate pólítico. ¿Qué opina de este tema el ministro de Defensa?

R. Los primeros respopsables militares del Ejército han dejado claro que esta es una cuestión política. Otra cosa son sus opiniones estratégicas y evaluaciones militares con vista a los intereses hispanos ante la negociación con la OTAN y de acuerdo cori las peticiones que el Gobierno ha formulado a los distintos mandos militares para realizar sus informes

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técnicos sobre el tema. Aquí es natural que haya evaluaciones importantes sobre ventajas e inconvenientes.P. En el tema de las evaluaciones está la cuestión del armamento. Quizá la entrada en la OTAN podría, por ejemplo, dañar a la producción hispana al homologarla con la europea, como podría pasarle al fusil Cetme. Por otra parte está el caso de la compra de los aviones que se pensaron adquirir en número de 142. Cómo están estos temas en las perspectivas OTAN y acuerdo bilateral?

R. Creo que muchas de las armas españolas se pueden homologar a las europeas, otras habrá que modernizarlas. El caso Cetme podría ser objeto de una negociación en el marco aliado. El tema de los aviones, lo que sí se puede decir es que no serán tantos como se pensó en un principio. Podrían ser unos noventa o cien. El avión a escoger no está aún decidido políticamente., podría ser el F-16 o el F-18, pero esta es una decisión a adoptar. El Mirage francés quedó fuera porque ni siquiera está catalogado; además, ya tenemos más de setenta Mirage en nuestro Ejército y lo aconsejable en este caso es una diversificación del armamento. Sí nos gustaría que se nos facilitara el pago de los aviones como contrapartida en el acuerdo bilateral, pero esto no es tan fácil por el problema de las ayudas americanas. Se pueden obtener otro tipo de compensaciones, como las relativas al mantenimiento o a la concesión de ciertas licencias para la construcción de otras armas menos socisticadas. Todo ello está hoy en negociación.

P. No podría interpretarse la acelerada decisión del Gobierno de ingresar en la OTAN como una operación política destinada, entre otras cosas, a cubrir las dificultades de la política exterior española, por ejemplo, ante el ingreso en la CEE, relaciones con Francia, Marruecos, crisis de Guinea Ecuatorial, etcétera?

R. Yo no creo que las relaciones con las Comunidades Europeas estén bloqueadas-, existen problemas internos en la CEE que tienen que ser solucionados, pero sí pienso que los países de la comunidad europea sí quieren que España ingrese en su ámbito. Tampoco creo que las relaciones con Francia sean peores en este momento, pienso que en los últimos cuatro meses tenemos una mejor situación en el diálogo con París que en tiempos anteriores. En definitiva, pienso que el tema de la OTAN no sustituye a otras opciones, sino que completa nuestra articulación occidental en el plano defensivo de acuerdo con el programa del Gobierno.

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