Indefensión de los artistas

Hace unos meses recabé información sobre concursos literarios a la Delegación del Ministerio de Cultura en Bilbao, y, poco después, ante su perpleja duda de tales menesteres, vime en la obligación de dirigirme por escrito al responsable de Promoción del Libro, del mismísimo Ministerio de Cultura. La descuidada redacción que me llegó como respuesta -alfombrada de campechanería y de un molesto tuteo que no constaba en la solicitud- afirmaba no poseer un calendario de premios, pero abría la esperanza a que éste se publicase en breve bajo la tutela del citado departamento ministerial. Las interminables semanas de silencio han ido empujándose desordenadamente y hoy es el día en que aún no ha salido a la luz la requerida información oficial.En tanto duraba el frío alud de silencio comenzóme a llegar algún retazo de claridad. Una empresa denominada Peliart se encarga . de publicar todas esas actividades culturales que en buena. lógica debieran estar. registradas y amparadas por el Ministerio, sufragado con el dinero de los contribuyentes. Sólo que en caso de suscribirte a Peliart deberás abonar religiosamente seiscientas pesetas por cada boletín. Ante tamaña irregularidad, las preguntas se deslizan motu proprio: ¿por qué el Ministerio de Cultura tarda tanto en poner en práctica sus competencias? ¿Cuál es la causa de que cualquier empresa pueda estar Más enterada de los archivos departamentales que el propio Ministerio? Desde estas líneas invito a nuestros sufridos parlamentarios -problemas en España sobran, eso es cierto a que desvelen esas sombras kafkianas que tapizan la burocracia ministerial./