Libia trata de romper el cerco diplomático forzado por EE UU
La reanudación de relaciones diplomáticas entre Libia y Marruecos no ha contribuido todavía a poner fin a la crisis de aislamiento que sufre el régimen del coronel Gadafi, a la luz de las alegaciones de este último. Trípoli estima necesario hacer todo lo posible para romper el, cerco que estaría consolidando Estados Unidos en torno a la Yamahyria (república), con el apoyo directo de Sudán y Egipto.Esa preocupación se ha visto agudizada en los últimos, días ante el anuncio de maniobras navales norteamericanas (de rutina, según Washington) no lejos de las costas libias.
La normalización libio-marroquí constituye un hecho aislado. En el contexto de las dificultades diplomáticas a que se enfrenta el presidente Gadafi en el continente africano, esta idea está sustentada por la persistencia de los resquemores que mantienen varias capitales africanas hacia la política exterior de Libia.
Gadafí llegó ayer a Damasco para entrevistarse con su homólogo sirio Hafed el Assad, uno de los más firmes aliados del coronel libio, incluso si el proyecto de fusión política sirio-libia, aprobado hace poco por los dos Gobiernos, sigue sin materializarse.
El presidente argelino Chadli Bendjedid es, al igual que Assad, partidario de un reforzamiento del Frente de la Firmeza Arabe y de una mayor consolidación de relaciones entre éste y los países moderados del golfo arábigo. La sensación de asfixia diplomática de Libia es sentida con la misma preocupación en Argel y Damasco.
Trípoli ha manifestado en diversas ocasiones que el presidente sudanés, Jafar el Numeiry, y el jefe del Estado egipcio, Anuar el Sadat, por razones distintas, tratan de coordinar un esfuerzo común militar destinado a lograr un cambio de régimen en la Yamahyria. Numeiry no le habría perdonado a Gadafi la intervención libia en Chad y el peligro que ello entraña para Sudán.
En julio pasado, la agencia libia de noticias Jana, basándose en informaciones de los servicios de seguridad dé ese país, desmentidas rotundamente por El Cairo, afirmó que Egipto y Sudán se preparaban a invadir Libia. El eje de esa invasión lo constituía una zona delimitada por los oasis de Al-Kufra, entre los límites fronterizos egipcio, sudanés y chadiano.
Las mismas fuentes libias han asegurado que el Ejército egipcio ha iniciado importantes maniobras en una parte de la frontera con la Yamahiria, coincidiendo con otras maniobras navales de la VI flota norteamericana. Trípoli hace referencia a las declaraciones del Departamento de Estado norteamericano, de reforzar militarmente los países que se sientan amenazados por Gadafi, para demostrar que el cáncer libio es una prioridad esencial de la política -africana del presidente Reagan.
La tensión libio-egipcia se ha agudizado a consecuencia de las revelaciones de los medios oficiales de los dos países acerca de la existencia de una quinta columna encaminada a minar el poder de los dirigentes. Tres presuntos espías libios fueron condenados ayer por el tribunal militar de Alejandría a cadena perpetua, acusados colocar varias bombas cerca de la base naval de Marsa-Matruh, cerca de la frontera libia.
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