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Reportaje:500.000 madrileños invaden la sierra en verano / 2

Graves problemas sanitarios y de conservación del medio ambiente

El martes anterior, Villalba no tenía un médico de guardia que al menos pudiera haberse acercado a prestar los primeros auxilios. Lo grave, por comparación, es que este pueblo es, junto con San Lorenzo de El Escorial, el mejor dotado en cuanto a asistencia sanitaria se refiere. El propio alcalde de la localidad, el socialista Julio López, declaraba pocos días antes del accidente que la situación no era demasiado mala, desde que a principios de año se inauguró el nuevo consultorio y el servicio de urgencia. Afirmó, sin embargo, la necesidad de construcción de un ambulatorio y de las solicitudes hechas en este sentido al ministerio, que por ahora no han tenido respuesta positiva.En la mayoría de las restantes localidades se conforman con una clínica rural, pomposamente denominada consultorio, que no cuenta con el mínimo de material exigible para atender a una población abultada durante los tres meses de verano, ni tampoco con médicos suficientes.

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La desconfianza hacia el médico rural

De ahí la resolución de los madrileños de desplazarse a Madrid con su familiar enfermo o herido de cierta importancia. José Abril Calzadas, médico titular de Moralzarzal, el único existente en el pueblo para cubrir las necesidades de unos 12.000 turistas y 1.500 vecinos, conoce muy bien "el alto porcentaje de veraneantes", según sus propias palabras, "que desprecian olímpicamente al médico rural y se trasladan a toda prisa a la capital a la menor señal de peligro. O acuden a mi consulta, pero con un escepticismo impresionante. Otros muchos no, se conforman con lo que hay y se muestran más confiados".

Las enfermedades más frecuentes en verano, caracterizadas por su poca importancia, salvo complicaciones, son de tipo gastrointestinal, diarreas, vómitos, disenterías, etcétera, producidas generalmente por el calor, el agua, el exceso de líquidos y bebidas frías, el cambio en los hábitos alimentarios y muchas otras causas. También es muy frecuente el pequeño accidente: caídas de la bicicleta, rasguños, fracturas y cosas similares. Para el médico, el gran problema del verano es el excesivo número de pacientes que en realidad no lo son. José Abril invierte más de tres horas diarias en extender recetas, sobre todo para personas de edad madura o pensionistas que pasan sus vacaciones sin olvidarse de tomarse sus dos o tres medicinas diarias.

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El tiempo que queda para visitar o recibir a las personas que se ponen enfermas se restringe mucho y, además, hay que hacerlo a cualquier hora del día o de la noche. Esto origina una tensión acumulada que afecta, quiérase o no, a la eficacia del médico.

La Delegación Territorial de Sanidad se ha planteado la necesidad de un reforzamiento del servicio en los pueblos siguientes: Colmenarejo, Rascafría, Cercedilla, Collado Villalba, Guadarrama, Robledo de Chavela, Becerril de la Sierra, Alpedrete, Los Molinos, Villaviciosa de Odón, Manzanares el Real, Cadalso de los Vidrios (éste ya en la provincia de Avila), Collado Mediano, Soto del Real y Moralzarzal. Como se ve, prácticamente todos de los que reciben la afluencia masiva de veraneantes. No parece que hasta ahora las buenas intenciones se hayan plasmado en realidades efectivas, o por lo menos a la altura de las necesidades.

Hay que contar con las vacas

Los problemas sanitarios no se acaban en aquello que afecta directamente a los propios visitantes. En verano concurren dos circunstancias que repercuten negativamente en la ya muy degradada calidad de las aguas: los ríos llevan menos caudal y él líquido embalsado es mucho menor y los vertidos de aguas residuales aumenta considerablemente, a tenor del incremento de población flotante.

Para Rodolfo Urbistondo, director general del Canal de Isabel II, ni los ayuntamientos, ni el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, ni la población en general, han evaluado correctamente los problemas derivados de la falta de tratamiento de las aguas residuales: "Las agresiones continuas a la calidad del agua bruta nos obliga a utilizar sistemas cada vez más sofisticados y, por lo tanto, costosos de tratamiento. El origen dé la agresión son los vertidos urbanos y en algunas zonas los vertidos ganaderos, los de las vacas de establo. La gente no lo sabe, pero una vaca, a estos efectos, equivale a veinticinco personas, y sólo en la zona de Miraflores hay unas 14.000 cabezas de ganado. En el caso de vacas estabuladas, sus residuos suelen ir a parar a la red del alcantarillado general del pueblo en cuestión y luego al río correspondiente, sin pasar antes por los filtros de una depuradora.' En el pantano de El Vellón, por ejemplo, uno de los más contaminados de la provincia, se ha detectado ya la presencia de pequeños crustáceos en estado embrionario."

"La necesidad de que los ayuntamientos, en colaboración con el Ministerio de Obras Públicas y la Diputación Provincial", declaró a continuación el señor Urbistondo, "comiencen sin más demora la instalación de depuradoras es apremiante. E igual de urgente es la de que los ciudadanos en general tomen conciencia de que el, actual despilfarro del agua no puede llevarnos a nada bueno. Cada vez hay que captar el líquido más lejos y esto significa dinero, aparte de posibles conflictos que puedan originarse con las provincias cercanas. El agua es escasa y además no puede utilizarse sin todas las garantías, alegremente. El Canal, por ejemplo, no quería que se pusiera en servicio tan pronto el embalse de Valmayor, pero hubo que hacerlo. El resultado son todas las molestias que ha tenido que padecer la población de Majadahonda por el mal olor y peor sabor que se detectó en el suministro a principios de este mes. Una noticia positiva, sin embargo, es que ya han salido a concurso las obras de la depuradora de San Lorenzo de El Escorial, una de las más necesarias en la zona de la sierra de Guadarrama".

Aunque el director del Canal de Isabel II prefiere no hacer hincapié en ello, el desinterés de administrados y administradores provoca lógicamente una falta de solidaridad por los problemas que la actuación de unos pueda provocar a otros. El Ayuntamiento de Villalba lo sabe muy bien, pue9to que antes podían coger agua para sus habitantes del río Berrocal, hasta que un pueblo vecino, el de Becerril d e la Sierra, comenzó el vertido de sus aguas residuales y produjo la contaminación de sus aguas. Hoy, Villalba se abastece sólo de la suministrada por el Consorcio de Aguas del Guadarrarna y hay problemas, como lo demuestra la manifestación realizada el pasado 5 de julio por los vecinos de una de las colonias de veraneantes.

La preocupación por la conservación del medio ambiente y las consecuencias negativas de todo tipo que su degradación conlleva para la población ha suscitado la experimentación de nuevos procedimientos, como los que llevan actualmente a cabo el Canal de Isabel II y la Diputación provincial, referidos al poder depurador de las plantas. Se ha comprobado, después de meses de observación y recogida de análisis, que las plantas con mayor capacidad de regeneración de las aguas residuales son los chopos, del Canadá, los chopos del país, los sauces, los juncos y las aneas. Plantas que no han arrojado resultados positivos en cambio, han sido los olmos, los fresnos y las acacias.

La recogida de basuras es otro de los problemas que el incremento de población origina a los ayuntamientos y que, por supuesto, repercute también en las condiciones sanitarias en las que viven todos. En verano, los pocos medios del servicio de que disponen la mayoría de los ayuntamientos provoca la paulatina acumulación de desperdicios al aire libre, ayudada por la negligencia de muchos veraneantes que arrojan sus bolsas y desechos en cualquier lugar, en las esquinas, en el campo e incluso por la ventanilla del coche a las cunetas de las carreteras. Es obvio que las basuras no recogidas constituyen potenciales focos de infección y son el mejor alimento para las ratas y mosquitos.

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