Continúa el cine musical norteamericano en la Filmoteca Nacional
Copacabana, de Alfred W. Green (1947); Sweethearts (Enamorados), de W. S. Vans Dyke (1938); El multimillonario, de George Cukor (1960), y Tommy, de Ken Rusell (1975) son algunos de los títulos programados para esta semana dentro del segundo cielo dedicado al cine musical americano que se ofrece a lo largo del mes de agosto, en la Filmoteca Nacional de Madrid.Sextette, de Ken Hughes-(1980); Carmen Jones, de Otto Preminger (1954), o Mame (Ante todo, mujer), de Robert Preston (1974) son otras comedias representativas del cine americano que se podrán ver en esta semana, junto a Desfile de candilejas, de Lloyd Bacon (1933).
El atractivo y la vigencia del cine musical es un hecho que el éxito de este ciclo de la Filmoteca permite constatar. Es interesante recordar que el primer filme sonoro de la historia del cine fue un musical, The jazz singer, de Alan Crosland (1927), producida por la Warner Brothers, la primera película dotada de banda musical sincronizada, de efectos sonoros y de diálogo.
Los grandes beneficios económicos que reportaron los primeros filmes musicales los convirtieron en el género preferido de los grandes estudios de Hollywood. No es casual que cuando, a finales de los años cincuenta, y sobre todo a lo largo de la década siguiente, se reestructura la organización de los estudios cinematográficos en función de una limitación de los presupuestos, las producciones musicales empiecen a desaparecer de la escena hollywoodense.
La comedia musical goza de un estatuto particular dentro del cine clásico de Hollywood: representa el lugar donde el espectador se sumerge de modo autónomo, degustando el placer de la diferencia. respecto al mundo referencial. Ahí la clave de su encanto y frescura que todavía seduce a todos los públicos sin distinción de edad, credos o cultura. Los cinéfilos barceloneses no pueden este agosto disfrutar del mismo cielo de musicales americanos programados en la Fílmoteca de Barcelona, cuyo funcionamiento se ha visto paralizado debido a una huelga que mantienen sus trabajadores por problemas de impagos de salarios y competencias de la Generalidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.