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Hay que terminar con la inercia dominante en la economía, según Punset

«Conseguir que la economía española utilice convenientemente sus recursos no es tarea ni fácil ni rápida, pero no es imposible, excepto si prevalecen las inercias actualmente dominantes», dijo en Santander el ex ministro para las Relaciones con la Comunidad Económica Europea (CEE) y presidente de ENHER, Eduardo Punset, que intervino en la clausura del curso Situación y perspectivas de la política económica española, desarrollado en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo. Punset advirtió que el elevado coste de esas inercias «tendría que ser incentivo suficiente para empezar a hacer las cosas de otra manera, dando más protagonismo efectivo a los mercados y fortaleciendo sus funcionamientos. En definitiva, haciendo al sistema productivo español más flexible».Según el ex ministro para las Relaciones con la CEE, la economía española, que entre 1959 y 1973 obtuvo resultados que pueden calificarse de espectaculares, produjo de manera simultánea una e,structura organizativa global extraordinariamente rígida, resultado, en lo esencial, del tipo de modelo de desarrollo que fue adoptado. Con el cambio de circunstancias económicas que tuvo lugar en la pasada década, los problemas asociados a dicha estructura han aflorado de manera dramática en ocasiones, y constituyen desde entonces el marco que define una economía que funciona muy deficientemente.

Eduardo Punset explicó que «la situación de crisis, por otra parte, ha reforzado las peores tradiciones económicas del país, el intervencionisrno y el proteccionismo exagerados. La adversión a la competencia, en definitiva, a través de un acrecentamiento de las demandas de intervención y de defensa del estado actual en el reparto de rentas. Quizá sea muy difícil popularizar la demanda inversa de ese proceso en las presentes circunstancias económicas. A estas alturas», siguió diciendo, «está ya muy claro -basta para ello observar la evolución económica internacional comparativa- que la continuidad por la vía presente de competencia limitada, de movilidad limitada, de riesgo limitado y de política económica tímida y escasamente imaginativa no conduce más que al estancamiento económico y a la reducción a corto, medio y largo plazo de los niveles colectivos de bienestar».

Entrar en el Mercado Común

Refiriéndose al Mercado Común, el ex ministro Punset dijo que «entrar en el Mercado Común sólo tiene que ver muy parcialmente con la diplomacia de tipo convencional. Se trata de un proceso de ajuste, de actualización de las estructuras productivas, de impulso; en definitiva, de la reforma entera, en la que tantos esfuerzos y generosidad lleva consumida la sociedad española».«El conjunto de acciones que deberían de integrar las denominadas políticas de preparación, de ajuste, de acercamiento, para que éstas fuesen eficaces puede», añadió Eduardo Punset, «resumirse de una manera muy simple: para una economía en camino de incorporarse a una unión aduanera, para la economía española confrontada a una incorporación a la CEE, ajustarse es hacerse más flexible».

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