El traslado de 117 "etarras" a El Puerto de Santa María estaba decidido desde hace dos meses

El traslado efectuado ayer de 117 presuntos miembros de ETA Militar desde la cárcel madrileña de Carabanchel a la nueva prisión de El Puerto de Santamaría había sido acordado hace más de dos meses por los responsables de los ministerios de Justicia e Interior, dada la excesiva población penal que registra Carabanchel -cerca de 2.000 internos en unas instalaciones con capacidad para mil- y ante la posible amenaza de comandos terroristas detectados en Madrid, que permitían temer cualquier acción en la prisión madrileña.

En fuentes del Ministerio de Justicia se hizo hincapié en que el traslado, realizado dentro de una operación secreta que comenzó en el interior de la prisión a las cinco de la mañana de ayer, es provisional, ya que cuando culminen las obras de ampliación y acondicionamiento que tienen lugar en la prisión de Soria, estos reclusos serán instalados definitivamente en la misma.Las mismas fuentes señalaron que la situación en Carabanchel es explosiva, y los propios funcionarios de la prisión habían advertido de su incapacidad material para garantizar el orden interno. De otra parte, en los últimos meses se han registrado en Carabanchel graves incidentes y varios intentos de fugas, así como un frustrado asalto a la misma.

Dentro de los planes del Ministerio de Justicia para instalar de manera definitiva a los presos de ETA Político-militar en Nanclares de Oca y a los de ETA Militar en Soria, en las próximas semanas serán trasladados a la prisión de Alava los poli-milis que ahora están en Soria y Carabanchel. De esta manera, en Soria se podrán realizar las obras de acondicionamiento necesarias, ya que en la actualidad su capacidad es para cien internos y hay 133 presos de ETA de ambas ramas. Concluidas estas obras, que se espera no se dilaten más de tres meses, regresarán los 117 etarras. Las mismas fuentes de Justicia aseguraron que el traslado a El Puerto de Santa María no ha tenido lugar con la intención de alejar lo más posible a los presos etarras del País Vasco. «Se los podía haber llevado a Herrera de la Mancha, que también es una prisión de alta seguridad apropiada para la peligrosidad que presentan estos internos, pero la mala prensa de esta cárcel y la conflictividad que registra lo han desaconsejado. Sólo quedaba como prisión de alta seguridad disponible para acogerlos la de El Puerto.

Los 117 etarras fueron trasladados desde Carabanchel a las cinco de la mañana de ayer, en tres autocares de la Guardia Civil, oportunamente escoltados. El traslado se produjo sin ningún incidente, según medios penitenciarios, y durante el recorrido permanecieron alertadas las comandancias de la Guardia Civil de las provincias por las que hubo de pasar la caravana.