El dúo Reagan-Thatcher constituyó el blanco de las críticas de la "contracumbre"
Unas cincuenta organizaciones políticas, sindicales, ecologistas y religiosas, que congregaron a unas 4.000 personas en el marco de una contracumbre, participaron el domingo en una manifestación en la que expresaron su "profunda oposición a la política militarista de Estados Unidos" y a las "restricciones presupuestarias que afectan a los programas sociales".
El presidente norteamericano, Ronald Reagan y la primera ministra británica, Margaret Thatcher, el primero por su política hacia El Salvador, y la segunda por el conflicto irlandés, fueron el blanco predilecto de los manifestantes que recorrieron las calles de Ottawa. Ambos políticos fueron colmados de insultos en el curso del desfile, que se desarrolló sin incidentes.
Lord Philip Noel-Baker, de 91 años de edad, que en 1959 fue galardonado con el Premio Nobel y que actualmente preside el Movimiento a favor del Desarme Mundial, encabezó la manifestación sobre su silla de ruedas. Los partidarios del movimiento republicano irlandés transportaron un ataúd que llevaba pintados los nombres de los militantes de IRA muertos en huelga de hambre.
Los eslóganes coreados eran tan variados como las organizaiones representadas en esta cumbre popular, pero tenían siempre como blanco a los dirigentes norteamericanos y británicos. Las consignas iban contra la política de Estados Unidos en El Salvador, la actitud de Washington hacia Suráfrica, el apoyo norteamericano a Israel en el conflicto libanés y contra la política de Londres en Irlanda. En general, responsabilizaron al imperialismo del terrorismo internacional.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.