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CATALUÑA

Ultimo intento de pacto entre Convergencia y PSC

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El presidente de la Generalidad y una delegación del PSC-PSOE, encabezada por Joan Reventós, volvieron a reunirse ayer. El próximo jueves tendrá efecto la última de las reuniones entre ambas opciones políticas. Si para entonces no surge un acuerdo, hoy por hoy muy improbable, se darán por terminadas las largas negociaciones entre las dos fuerzas políticas más importantes de Cataluña.

Las negociaciones surgieron de una oferta socialista efectuada tras el intento de golpe de Estado. Su finalidad es la formación de una mayoría parlamentaria en Cataluña, con la correspondiente entrada de los socialistas en el Gobierno de la Generalidad.Según un documento interno del PSC-PSOE, obtenido ayer por este diario, los temas abordados en las negociaciones son «la ley de Régimen Local, las diputaciones, el estatuto interior de Cataluña, la política lirigüística, la función pública, la división territorial de Cataluña, la crisis, el paro y la reconversión industrial, y las relaciones con las entidades financieras».

Estas conversaciones no son del agrado del Gobierno central, debido a que una participación socialista en el Gobierno de la Generalidad fomentaría la imagen del PSOE como auténtica alternativa de poder y de partido capaz, de asumir funciones de Gobierno. Por ello, los centristas catalanes efectuaron un llamamiento a Pujol para que éste cree una mayoría con los centristas y no con los socialistas. Pero centristas y Pujol juntos no alcanzan el 50% de los votos del Parlamento autónomo. Una alianza, entre estas dos fuerzas y Esquerra -que es la que permitió la elección de Pujol y su Gobierno minoritario- es totalmente impensable.

Fuentes de la dirección del partido de Pujol dieron su versión de la situación. «Pujol», afirmaron, «desea simplemente que las cosas continúen tal como están, pactando un día con unos, un día con otros. Los centristas desean también que Pujol continúe, porque es la alternativa menos mala para ellos, pero desean un Pujol controlado y con pocas posibilidades de actuación, que es precisamente lo que se da ahora».

El mismo documento socialista manifiesta que «nos alarma la mediocre gestión del Gobierno de Convergencia, en especial a partir de la paralización de ciertas transferencias y su negociación a la baja».

De aquí a septiembre, en que finalizará el largo «plazo de reflexión» solicitado por Pujol a los socialistas, el presidente de la Generalidad intentará evitar enfrentamientos directos con el PSC-PSOE. En este sentido destaca el hecho de que Pujol indicase recientemente a Trías Fargas que moderase su actitud, claramente preelectoral, respecto al alcalde de Barcelona, Narcís Serra. En efecto, Trías Fargas está obrando ya, pese a la lejanía de las elecciones, como candidato a la alcaldía de Barcelona. Cuenta para ello con el apoyo de una asociación, creada hace pocos meses, llamada Cataluña 2000. Fuentes socialistas indicaron que diversos financieros -entre los que destacaron los nombres de Carlos March y Francisco Mas Sardá-, estaban dispuestos a ayudar a Trías en su campaña en ciernes.

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