A Los Madrazo, 9, con amor

Antes que la reforma de la Administración pública, como extranjera pediría su humanización: que abran más ventanillas o, si nos han de tener dos horas en la cola, que nos dejen sacar número. Y, por favor, que pongan asientos con respaldo, para poder esperar sentados y tranquilos solicitar nuestro permiso de trabajo y residencia.¿No lo merecemos después de haber conseguido reunir veintitrés papeles, cinco fotografías y dos pólizas, y si somos empleadas de hogar, habernos traído a la señora de la casa en persona hasta la: ventanilla?

A mí, reunir el papeleo me costó dos visitas al Ministerio de Trabajo, una a mi anterior empresa, una a mi consulado, dos al Ministerio de Justicia, dos al Colegio de Médicos, sin contar las anteriores visitas infructuosas al acogedor Los Madrazo, 9.

-¿No trae usted más que esto?

-Es lo que dice que hay que traer.

-Se equivoca usted. En nota de pie dice «y demás documentos».

-¿Qué demás documentos?

-Uy, muchos: le informará el ordenanza.

-Pero, si el ordenanza no está.

-Mire, señorita, debería usted estar agradecida, porque antes se pedía también la declaración de Hacienda.

- ¡Esa sí que la tengo!

-Pues ya no hace falta.

-Otra media hora de cola sólo para informarse qué papeles se requieren.

Ni que decir tiene que los altos cargos no tienen que pasar por esto, porque tienen vías especiales más rápidas. Los de la cola de Los Madrazo, 9, no somos más que los proletas del extranjero, mujeres, sudacas, filipinos, negros. ¡Ni un solo representante encorbatado de la clase, la raza y el sexo dominante! /