Argel y el Polisario, contra la tesis marroquí del referéndum en el Sahara
La puesta en práctica de las modalidades técnicas del referéndum de autodeterminación en el Sahara occidental y la constitución de un censo de la población saharaui habilitada para votar son los dos grandes dilemas que debe dilucidar, sin presiones, el comité especial de la OUA formado en Nairobi. Argelia lo estima así y ha reiterado que las decisiones adoptadas por el comité serán inapelables y, por tanto, de aplicación obligada.
Dicho esto, los argelinos y el Frente Polisario rechazan categóricamente la tesis de un referéndum controlado si éste debe tener en cuenta los "legítimos derechos de Marruecos", por considerar que con este planteamiento el rey Hassan II desmiente la legitimidad de la resolución aprobada por la OUA, en cuyo punto séptimo se habla textualmente de "un referéndum de autodeterminación general y regular del pueblo del Sahara occidental".Es indudable que el movimiento independentista saharaui no desea verse excluido del proceso de organización del referéndum, como lo demuestran sus condiciones al alto el fuego, apoyadas por Argel: negociación directa con Rabat y nexo obligado entre el final de las hostilidades y la salida de efectivos militares y civiles marroquíes de la ex colonia española.
Una cifra plausible de futuros, votantes en esa consulta electoral podría situarse, en opinión de medios autorizados argelinos, en poco más de 200.000, personas mayores de dieciocho años, cuya condición de saharauis tendría que ser autentificada por una comisión de expertos nombrada por el comité ad hoc en el marco de sus atribuciones legales.
La población de los campos de refugiados instalados al sur de la localidad argelina de Tinduf ha sido evaluada por el Polisario entre 500.000 y 700.000 personas, pero hay que tener en cuenta que una proporción elevada de ellas tiene edades inferiores a la, mayoría legal de los dieciocho años.
Presencia marroquí
Con todas las dificultades y problemas que suscita la formación de ese censo, ello no constituye, en opinión de los medios argelinos, el dilema más acuciante de los que debe afrontar el comité de la OUA. El punto más delicado, Visto desde aquí, es la exclusión de la presencia militar civil marroquí, como condición sine qua non para que el referéndum tenga garantías de neutralidad.Las posiciones de unos y otros parecen irreconciliables, y ello. explicaría el pesimismo de Argelia sobre la materialización del referéndum en el plazo indicado por Hassan II de tres a cuatro meses. Esta eventualidad es descartada también por el Polisario, el cual estima que Rabat "trata de vaciar de su sustancia" el referéndum, a través de procedimientos contrarios al espíritu de Nairobi.
Según el Frente saharaui, otra prueba adicional de la duplicidad de Marruecos residiría en las diferencias constatadas entre sus condicionamientos actuales para aceptar el referéndum y los que sustentaba antes de la firma de los acuerdos tripartitos de Madrid, cuando Rabat exigía la retirada de tropas españolas y de los funcionarios civiles españoles como condición previa.
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