Proyecto para alejar del casco urbano la fábrica de gas de La Barceloneta
Dos días después de la explosión en la compañía Catalana de Gas, que costó la vida a tres personas y causó heridas muy graves a otra, en el barrio de La Barceloneta, en la Ciudad Condal, ni la empresa propietaria ni los expertos consultados han podido establecer ninguna hipótesis fiable sobre las causas que originaron el trágico accidente. Ayer, el área de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona comenzó a estudiar el traslado de la fábrica de gas a un lugar lejano de las zonas de población.
A juicio de un grupo de técnicos, la única explicación posible es que ocurriera algún tipo de accidente laboral, tales como la caída de algún objeto pesado o de una persona sobre alguna de las tuberías, ya que en la planta donde se produjo el siniestro no había elementos para originar un escape de gas y una chispa eléctrica que lo hiciera explosionar.Hasta el momento, Juan Escrich, el herido grave que permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UVI) de la residencia del Valle Hebrón, sólo ha comentado: «Me lo temía, me lo temía», sin añadir ningún tipo de explicaciones, que sin duda resultarán fundamentales para esclarecer las causas de lo sucedido, dado su estado de extrema gravedad. Juan Escrich sufre quemaduras en el 40% de su cuerpo.
Respecto a los destrozos de la explosión en el Hospital del Mar, contiguo a la planta incendiada, los expertos aún no se explican cómo la onda expansiva avanzó hacia el centro hospitalario, cuando por lógica debía de haberlo hecho en sentido contrario.
Por su parte, la compañía Catalana de Gas y Electricidad, SA, hizo pública ayer una nueva nota oficial, en la que afirma desconocer las causas de la explosión, y se muestra dispuesta a buscar fórmulas realista que permitan resolver la coexistencia de la fábrica y el centro hospitalario Nuestra Señora del Mar. En principio, Catalana de Gas ha decidido paralizar las actividades de la fábrica de La Barceloneta hasta que se aclare lo sucedido. La factoría de San Martín se considera suficiente para cubrir el servicio de gas a la ciudad de Barcelona.
Dicha nota oficial dice textualmente, en uno de sus párrafos: «En este siniestro concurren dos circunstancias que hacen inexplicable su producción, si no es atribuyéndolo a un hecho fortuito, totalmente desconocido hasta el momento. Tales circunstancias son: que la sala de compresores, básicamente utilizada en la temporada de alto consumo, pasada la cual continúa siendo objeto de riguroso y habitual mantenimiento, estaba dotada de todos los elementos de seguridad, y que la empresa Talleres Loher (antiguamente Talleres Escrich), que se hallaba efectuando operaciones de mantenimiento preventivo en las instalaciones de iluminación, es una firma que posee amplia experiencia y, especialización de este tipo de trabajos, y viene trabajando desde hace muchos años en esta clase de operaciones».
«No es intención ni momento», continúa la nota oficial ele la compañía, «de hacer una cuestión de principio el centenario emplazamiento de la fábrica, y sí el de considerar que en la actualidad dicha localización y su proximidad a un centro sanitario y urbano constituye una situación de hecho, en la que se ha encontrado la propia empresa y la ciudad por su crecimiento urbanístico. Esta compañía», concluye, «continúa a la disposición de las autoridades competentes para analizar conjuntamente y con realismo fórmulas que permitan resolver la coexistencia de las diversas y múltiples necesidades de la colectividad ».
La buena disposición negociadora de la empresa ha tenido rápido eco en el Ayuntamiento barcelonés. Ayer mismo, el área municipal de urbanismo dio orden para que comenzara el estudio del traslado de la fábrica a otras zonas alejadas de los puntos de alta densidad humana.
Por otra parte, cabe destacar que Juan Escrich continúa muy grave, pese a lo cual mantiene las constantes vitales dentro de la normalidad. Las pérdidas materiales sufridas en el Hospital del Mar superan los doscientos millones de pesetas y la escuela de enfermeras habrá de ser reconstruida prácticamente en su totalidad.
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