Acuerdo en Hollywood entre productores y directores de cine

ENVIADO ESPECIALLos norteamericanos no verán interrumpido su pasatiempo favorito, ver la televisión, gracias al acuerdo pactado en Hollywood entre los productores y directores de cine y televisión. Sin embargo, entra en su duodécima semana la huelga de guionistas de la industria del cine. Y sin ideas no hay producción.

Las míticas colinas de Hollywood, con sus altas palmeras y casas de las mil y una noche, donde viven el pequeño núcleo de afortunadas estrellas del espectáculo, está cambiando su fisonomía, al menos en cuanto a temas de fondo.

La Asociación de Directores de Cine y Televisión, que agrupa a 6.300 miembros, naturalmente no todos célebres ni multimillonarios, quiere marcar nuevas reglas del juego.

El acuerdo pactado el último fin de semana logra un aumento del 40% en tres años en los beneficios para los directores. Pero, sobre todo, marca el comienzo de una nueva era en las siempre tensas relaciones productor-director. Adapta, en realidad, nuevas normas para la tecnología moderna de difusión del espectáculo.

Hasta ahora, en general, los directores cobraban por su labor artística una sola y única vez. Los productores, sin embargo, ampliaban su mercado con las videocasetes y la televisión por cable, sistemas que multiplican la difusión -y los beneficios- para una película con éxito.

El, nuevo acuerdo prevé también que los directores percibirán el 2% de los beneficios de toda obra difundida fuera de las salas cinematográficas o de las premieres de televisión, una vez los productores hayan amortizado los dos primeros millones de dólares (unos 180 millones de pesetas) que se calcula cuesta una hora de programa estrella en la televisión americana. Recibirán otro 2% por cada casete o disco, superados los 100.000 ejemplares de venta.

«Espero que nuestro acuerdo abrirá las puertas para un arreglo con los guionistas, porque nuestra industria no puede funcionar sin escritores», declaró en el Hollywood Palladium George Schaefer, presidente de la Asociación de Directores.

No obstante, la negociación entre productores y guionistas sigue tensa y, al parecer, lejos de un compromiso. Comienzan las acusaciones mutuas entre guionistas, alegando que algunos pasan por debajo de la mesa guiones a los productores, a pesar de la huelga iniciada el pasado 11 de abril.

La Meca del espectáculo

En medio de estas tensiones, Hollywood continúa siendo la Meca del espectáculo. Aunque ya no es imprescindible, como en los años 50, pasar por Hollywood para triunfar en el cine, los estudios de los «grandes» del celuloide continúan atrayendo a directores, actores y guionistas en un ambiente único en el mundo. Las producciones de televisión y discográficas proliferan también en Hollywood.Mientras tanto, en Beverly Hill, lugar superelegante escogido por los triunfadores del espectáculo, productores -o más bien ejecutivos de multinaciones con intereses en el cine-, directores, actores, guionistas y músicos, siguen hablando entre whisky y coca de los últimos éxitos del momento. De los fabulosos ingresos que están dando películas como Superman 2 (2.400 millones de pesetas en la primera semana de exhibición) o Raiders of the lost ark, producida por George Lucas y dirigida por Steven Spielberg (con unos 2.000 millones de pesetas de ingresos en diez días de exhibición).

En el escalafón de los grandes éxitos de taquilla, tras la indiscutible ascensión de Superman 2, se sitúa también The cannoball run, la última película de Burt Reynolds, proyectada el último fin de semana en 1.700 salas, con una recaudación en menos de tres semanas de 2.500 millones de pesetas.

En la lista millonaria también figura la última película basada en las aventuras de James Bond, agente 007, For your eyes only, una producción más barata que la anterior Moonraker, estrenada el pas ado sábado, que ya ha tenido una recaudación de 665 millones de pesetas. También están bien situadas Furia de titanes, de Desmond Davis, y La historia del mundo, de Mel Brooks.

Cifras capaces de hacer olvidar -excepto para el productor- la pérdida más sonada de la historia del cine, unos 3.500 millones de pesetas, tras el fracaso de público en Estados Unidos de La puerta del paraíso, de Michael Cimino.

Hollywood, con sus huelgas, su baile de millones de dólares, sus rolls royces y sus casas de perfecta imitación de todos los estilos, continúa su camino.