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Cáritas suspende la subvención al Centro de Recuperación de Toxicómanos de Beniganim, en Valencia

El centro está regentado por la sección española de Le Patriarche

El Centro Piloto de Rehabilitación de Toxicómanos, que se encuentra en Beniganim (Valencia), atraviesa una crítica situación de desamparo al haber suspendido Cáritas Diocesana la subvención y no poder autofinanciarse. Se trata de un centro de admisiones cuya tarea prioritaria es atender con tratamientos especiales a los nuevos que deben someterse- a la cura del síndrome de abstinencia.

El centro de Beniganim, regentado por la sección española de la asociación francesa Le Patriarche, fue abierto hace año y medio por un convenio gestionado entre Cáritas Diocesana, Asociación Valenciana de Información y Ayuda al Toxicómano (AVIAT) y Le Patriarche. La Iglesia valenciana aportaba las dietas diarias al deteriorado, pero con enormes posibilidades, monasterio de la Trinidad de Beniganim, además de otros apoyos.A finales de 1979, desde esta mínima estabilidad institucional, el centro comenzaba a tener vida propia. A lo largo del último año han pasado más de centenar y medio de toxicómanos. De cada ochenta personas que solicitan iniciar la terapia de Le Patriarche, sólo dos son admitidas, pues la constante presencia personal que supone este tratamiento no permite que el grupo rebase las cuarenta personas.

Sin embargo, el acuerdo con Cáritas, comenta uno de los ex toxicómanos del centro, encargado de la coordinación exterior, «se rompió después de un año. Están de acuerdo con nuestra terapia, pero mientras sus fines últimos son confesionales, y con este objetivo nos apoyaron, Le Patriarche es una institución independiente que respeta cualquier tipo de confesionalidad». La subvención se cortó y la falta de medios se agudizó de tal forma que desde otros centros franceses recibieron carne enviada en camiones. Las familias aportaron voluntariamente una dicta de 25.000 pesetas mensuales, en tanto se encuentra un respaldo público institucional. No obstante, persiste la amenaza de que la asociación deba abandonar en los próximos meses el monasterio, que han reconstruido los propios toxicómanos.

Una terapia sin fármacos

La terapia de Le Patriarche, que fundó el francés Lucien Engelmajer en Touluse, ciudad situada en la ruta de los yonkis franceses hacia Marruecos, empezó a aplicarse en 1974 como fruto de la experiencia. En la actualidad hay once centros en Francia destinados a la rehabilitación de toxicómanos. La sanidad francesa reconoce la cualificación de psicoterapeutas a los que llevan más años en la asociación, mientras que la Seguridad Social pasa una dieta mensual que oscila entre 90.000 y 270.000 pesetas por toxicómano.Engelmajer propone una terapia natural basada en el corte radical con los medicamentos psicotrópicos, utilización de la fitoterapia, hidroterapia, actividad física y, sobre todo, un retorno a la relación humana corno principio de una reestructuración de la personalidad del individuo que posibilite una posterior reinserción social.

El toxicómano que llega a Beniganim es acompañado los diez primeros días por uno de los más antiguos. Este acompañante, que le integra en la vida de la comunidad, se llama durante el día el puesta en marcha, y durante la noche, el vela. El objetivo es que el nuevo no se encuentre solo en ningún momento. Durante esta fase, para superar el síndrome de abstinencia, elimina toxinas con tisanas y calmantes, baños calientes le relajan y mediante una fuerte actividad física se le impide al toxicómano encerrarse en sí mismo.

Los resultados de rehabilitación se pueden conseguir en un año. Luego, los ex toxicómanos abandonan Le Patriarche o permanecen en centros más reducidos orientados a la producción y el trabajo para autoabastecerse.

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