Sobre el golpismo

Sorprende -especialmente si se enfoca el asunto con absoluta ingenuidad- la discrepancia entre. La jurisdicción castrense ha liberadad gubernativa en torno a la reciente operación desestabilizadora. La jurisdicción castrense ha liberado, como se sabe, a los cuatro jefes militares cuya detención preventiva había exigido la brigada policial antigolpe. Tal decisión ha inspirado al Gobierno Calvo Sotelo una jugada de cierto riesgo: aplicar a uno de los jefes puestos en libertad por la jurisdicción castrense la llamada ley Antiterrorista. El comandante Sáenz de Ynestrillas ha entrado así en órbita judicial estrictamente civil. La Audiencia Nacional deberá, pues, tomar antes del sábado la decisión de procesar al comandante o ponerlo en libertad. La libertad del detenido deterioraría de algún modo la imagen del Gobierno, ya que el Ministerio del Interior habría sido desautorizado sucesivamente por un juez militar y otro civil. El procesamiento del comandante, por el contrario, estimularía al Ministerio del Interior en su arranque persecutorio, muy tardío, al golpismo. De cualquier forma, asistiremos a una fuerte tensión entre el estamento militar y el Gobierno. El Gobierno, cuatro meses después del tejerazo, parece haberse decidido a sostener el pulso. (...) El sumario del 23-F, y esa fue la gran noticia de ayer, ha sido remitido ya por el juez especial que lo instruye, general García Escudero, al Consejo Superior del Poder Judicial. Entra así el asunto en fase de plazos reglamentados y estimables, lo que hace suponer que la vista pueda celebrarse a fines de septiembre, cuando se haya iniciado ya el curso político 1981-1982. Antes, por supuesto, habrán de serenarse las aguas del partido gubernamental. (...)

1 de julio