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No hubo acuerdo en las negociaciones pesqueras con la Comisión Europea

Soledad Gallego-Díaz

Las últimas gestiones españolas ante la Comisión Europea realizadas ayer terminaron sin ningún resultado concreto, por lo que a medianoche de ayer los setenta pesqueros españoles que se encontraban faenando en aguas francesas deberían haber regresado a sus puertos, de acuerdo con la decisión de la CEE de considerar agotada la cuota de merluza que les fue concedida en dicha zona para este año.

Las autoridades de Madrid, sin embargo, no han dado orden de abandonar las aguas comunitarias, según confirmó ayer en Bruselas el embajador ante las Comunidades Europeas, Gabriel Ferrán.Ferrán se entrevistó durante hora y media con el director de Pesca de la Comisión Europea, Raymond Simonet, quien se limitó a anunciar que trasladaría los argumentos españoles a la reunión del Correper (representantes permanentes de los diez países miembros de la CEE) que se celebrará mañana, miércoles. Los embajadores españoles ante las capitales comunitarias, y especialmente en París, han recibido instrucciones para explicar la posición de Madrid. Oficiosamente, fuentes españolas en Bruselas estimaron que el Gobierno francés no daría la orden inmediata de expulsión, y que esperaría, al menos, hasta la reunión del Correper y, caso de que no se llegue a ningún acuerdo, al Consejo de Ministros previsto para el lunes y martes próximos.

Fuentes comunitarias, por su parte, señalaron que España «debería actuar en consecuencia con la decisión comunitaria», pero no se mostraron tajantes en cuanto a la obligación de abandonar el golfo de Vizcaya.

Las mismas fuentes se mostraron escépticas en cuanto a la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre las bases expuestas hasta el momento por España, que no niega que en 1980 los pesqueros españoles pudieron haber capturado más toneladas de las previstas, pero que no acepta, en ningún caso, el principio de deducción que la CEE ha invocado repentinamente y sin que estuviera previsto en ninguna de las negociaciones Ilevadas a cabo hasta el momento.

«Es inconcebible que la Comunidad descubra seis meses más tarde que hemos pescado más de lo autorizado para 1980», declaró Gabriel Ferrán, «lógico es que tuviera conocimiento ya de los cálculos de sus expertos cuando llegamos a un acuerdo para 1981 el 17 de febrero pasado. Entonces ya hubo una reducción considerable del número de licencias y del tonelaje global». El embajador español ante la CEE añadió que si bien puede ser cierto que se rebasó la cuota fijada para la zona octava, es decir, para el golfo de Vizcaya (Agiaso francesas), también lo es que, en términos generales, los pesqueros españoles dejaron de capturar 901 toneladas de merluza sobre las 11.780 acordadas para las tres zonas marítimas comunitarias en las que faenan los merluceros.

Ferrán reconoció que la Administración española había recibido el pasado mes de marzo una comunicación de la Comisión Europea en la que se adelantaba ya la cláusula del reglamento definitivo de pesca España-CEE por la que se introducía el principio de deducción. «Nosotros creímos que se referían a las trescientas toneladas que nos concedieron el pasado mes de diciembre para no interrumpir la temporada mientras Negociábamos la renovación del acuerdo para 1981, pero no esas 2.000 toneladas de exceso que alegan ahora».

Fuentes españolas consideraron improbable que la decisión comunitaria esté relacionada con la reunión de la comisión mixta de seguimiento del acuerdo preferencial de 1970 que se celebrará el próximo día 17, coincidiendo con el Correper. Los países comunitanos, y especialmente el Reino Unido y Francia, presionan al Gobierno de Madrid para que disminuya los actuales aranceles para productos industriales, que, según ellos, hace que las relaciones España-CEE sean de privilegios y discriminatorias en favor de nuestro país. Un portavoz oficioso de la comisión negó igualmente este extremo: «Es mucho más sencillo. España pescó el año pasado mucho más de lo que estaba autorizada, y no podemos consentir que Madrid no respete los acuerdos».

Según la CEE, los merluceros españoles pescaron en la zona octava, en 1980, 2.051 toneladas de más, que, sumadas a las 2.711 capturadas hasta el 31 de mayo de este año, completan. casi las 5.070 toneladas previstas para el total de 1981.

Falta de notificación

Los pesqueros españoles que faenan con licencia dentro de las doscientas millas de la zona octava (costas francesas del golfo de Vizcaya) no habían recibido ayer, pasadas las 19.00 horas, ninguna orden de la Administración ni de las emisoras costeras galas para desalojar las aguas de la Comunidad Económica Europea, según los armadores, informa desde San Sebastián.

Este hecho era interpretado por las mismas fuentes como una prórroga no oficial al plazo de cinco días impuesto por la CEE.

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