Un francés que viene a la suya

El Periódico

Con la entrega del ultraderechista Salvatore Francia a las autoridades italianas, que repetidamente han pedido su extradición, España tenía una gran oportunidad de demostrar su solidaridad internacional frente al terrorismo. Pero situándolo en un avión con destino a Alemania, el Gobierno ha optado por sacarse el problema de encima. Y, si así ha obrado Madrid, a nadie ha de sorprender la actitud de París hacia los etarras, que con casi toda seguridad van a seguir disfrutando del derecho de asilo. Por encima de las declaraciones y las buenas palabras, los Gobiernos no quieren complicarse la vida. Esta es la realidad. Todo lo demás es retórica.En la diplomacia, por encima de los principios, prevalecen las conveniencias. Los españoles no podemos olvidar que un Gobierno presidido por un socialista, Leon Blum, fue el que en febrero de 1939 recluyó en campos de internamiento en condiciones inhumanas a los republicanos españoles. Y tampoco olvidan los comunistas españoles que fue el Gobierno de una Francia liberada del nazismo pocos anos antes, el que cerró sus instalaciones en el exilio y prohibió todas sus actividades.

Todo esto es oportuno recordarlo ahora, sin resentimientos ni chovinismos, cuando se prepara la visita del responsable de la diplomacia francesa. Y conviene tenerlo en cuenta para que afrontemos esta visita con realismo. El realismo enseña que no hay que preguntarse qué principios mantendrá Francia en su política internacional, sino qué es lo que les conviene.

11 de junio.