La Liga Arabe estudia represalias contra Israel y EE UU
La reunión urgente de la Liga Arabe para estudiar las posibles represalias contra Israel y su abastecedor armamentístico (Estados Unidos), tras el bombardeo del reactor nuclear iraquí de Tammuz, se inició ayer por la tarde en Bagdad en presencia de los representantes de los veintitrés países que pertenecen a la organización.
Coincidiendo con el inicio de esta cumbre, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, hizo ayer un llamamiento solicitando la búsqueda de la paz en Oriente Próximo y la continuación de la misión de su enviado especial, Philip Habib, en la zona para «alejar el espectro de otras tragedias». Los embajadores en Washington de cinco países árabes -Marruecos, Arabia Saudí, Bahrein, Sudán y Jordania- fueron recibidos ayer por Reagan. Los representantes diplomáticos árabes precedieron al embajador israelí, Efraim Evron, en la Casa Blanca.En Bagdad, Kuwait, Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, Jordania y Yemen del Norte están representados por sus ministros de Asuntos Exteriores, y Libia, por Abdel Atl al Obeidi, secretario de Relaciones Exteriores. Argelia participa en la reunión a través de su ministro de Información, Bualem Bessaié, y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con Faruk Kaddumi, jefe de su departamento político.
Siria, cuyas relaciones con Irak son extremadamente tensas desde hace meses, envió a Bagdad al director general del Ministerio de Asuntos Exteriores, Faruk a Charé, mientras Sudán y Somalia, sólo están representadas a nivel de embajadores.
Egipto, ausente
Egipto, como ocurre desde la firma de los acuerdos de paz de Camp David, no fue invitado a la reunión.La conferencia de ministros árabes que examinrá «-las medidas disuasorias para poner fin a las agresiones sionistas contra la nación: rabe» constituye un primer paso hacia el restablecimiento de la solidaridad árabe.
El objetivo principal de la reunión de Bagdad es elaborar una estrategia árabe común con vistas a la sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que se celebrará hoy viernes a petición del Gobierno iraquí.
El propio secretario general de la Liga Arabe, Chadli Klibi, tiene previsto desplazarse a Nueva York, en compañía de varios ministros de Asuntos Exteriores árabes, para defender los acuerdos que se adopten hoy en Bagdad.
Tanto la reunión del. Consejo de Ministros de la Liga Arabe como la del Consejo de Seguridad de la ONU fueron convocadas a instancias del Gobierno iraquí, que presentó las correspondientes solicitudes al día siguiente de producirse el ataque aéreo israelí contra su instalación nuclear de Tammuz.
Aunque Estados Unidos negó que hubiese tenido conocimiento previo del ataque israelí, el jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, les acusó ayer de que el bombardeo sí contó con la ayuda de las instalaciones de radar norteamericanas en el Mediterráneo, el mar Rojo y en el golfo Pérsico.
Mientras tanto, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, afirmó anoche que Estados Unidos no cuestionará su alianza militar y política con el Estado de Israel, a pesar del bombardeo contra Tammuz. Así lo manifestó al embajador de Tel Aviv en Washington en el transcurso de la entrevista mantenida ayer en la Casa Blanca.
En medio de toda la polémica surge otra vez en la escena política el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, uno de los artífices para un primer intento de solución negociada entre árabes e israelíes.
Después de una larga entrevista con Reagan, según informa Ramón Vilaró desde Washington, Kissinger declaró que el presidente está «sereno y tranquilo» ante su primera gran crisis internacional.
Precisando que hablaba por sí mismo, Kissinger dijo en un programa televisado en la cadena NBC que Estados Unidos no debería condenar a Israel por su ataque a Irak, que no es el fruto de «una paranoia abstracta».
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