La izquierda, enojada por la suspensión de una fiesta antinuclear
La intervención de fuerzas de la Policía Nacional para trasladar a la comisaría de Gijón los carteles y murales expuestos por la coordinadora ecologista asturiana con motivo de la jornada antinuclear celebrada en Gijón el pasado fin de semana y la retención de varias personas -dos o cuatro, según versiones diferentes- ha creado en los últimos días una confusión motivada por las contradictorias informaciones dadas a conocer.Un comunicado suscrito por los partidos de la izquierda parlamentaria y extraparlamentaria, centrales sindicales y asociaciones de vecinos denuncia la actuación de la policía, por orden directa del gobernador civil, Jorge Fernández, que acordonó la zona donde se celebraba la fiesta antinuclear y después de llevarse los carteles impidió la salida del recinto a toda persona que no fuera previamente identificada.
Pese al anuncio hecho por la coordinadora ecologista de que Pedro de Silva, diputado socialista por Asturias, presentaría una pregunta al Gobierno sobre los incidentes ocurridos, el PSOE, partido mayoritario en Asturias, dudaba en la mañana de ayer. Jesús Sanjurjo, secretario regional del PSOE, manifestó a EL PAIS que parte de los participantes en la manifestación se pasaron con sus alusiones al Ejército y a la policía, y calificó de «desafortunada, por excesiva» la intervención ordenada por el gobernador civil, si bien le reconoció una parte de razón.
Fuentes próximas al Gobierno Civil aseguran que los carteles incautados contienen graves ofensas al Ejército, la Guardia Civil, la policía y al jefe del Gobierno. El gobernador civil autorizó una marcha y la posterior fiesta antinuclear, a condición de que fuera suprimida la actividad denominada tiro al Reagan, consistente en lanzar pelotas de goma a un muñeco con el correspondiente premio para el acertante. La manifestación finalmente autorizada dio comienzo a las cinco de la tarde del sábado, encabezada por bicicletas, disfraces y un buen número de personas con carteles tipo sandwich con frases antinucleares y anti-OTAN. A la altura de la segunda pérgola del muro de San Francisco fue colocado un cartel dedicado a la memoria de Gladys del Estal. Junto al puente del Piles se produjo un incidente cuando un grupo de manifestantes intentó retirar la bandera norteamericana y colocar en su lugar una pacifista. Hacia las 21.45 horas, cuando ya habían actuado diversos grupos musicales y se habían realizado carreras de sacos y otras actividades -sólo quedaban en el recinto unas 150 o 200 personas- aparecieron cuatro funrgonetas de la Policía Nacional y varios coches del 091 con efectivos policiales que acordonaron la zona y sin previo aviso, procedieron a arrancar los carteles y murales.
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