La CEOE protesta contra el "pacto secreto" Gobierno-sindicatos al margen del acuerdo sobre empleo

Fuentes autorizadas del Ministerio de Economía y Comercio han confirmado a Efe que el Gobierno concederá a las centrales sindicales CC OO y UGT la cantidad de ochocientos millones de pesetas anuales, en los próximos tres años, en concepto de subvención a la consolidación sindical. Según señalaron las mismas fuentes, «el Gobierno está dispuesto a poner a disposición de las organizaciones de empresarios y trabajadores los locales procedentes del, patrimonio sindical que se encuentran vacantes en la actualidad, para lo cual abrirá inmediatamente negociaciones con ambas partes interesadas en el tema».

Por otra parte, la misma fuente ha afirmado que como corresponde al interés general el fortalecimiento de las organizaciones sindicales, se propone incluir en los proyectos de los Presupuestos Generales del Estado, para los próximos tres años, la cantidad de ochocientos millones de pesetas anuales, en concepto de subvención a la consolidación sindical.Esta subvención tendrá el carácter de «a cuenta», de cualquier futura liquidación del patrimonio sindical acumulado.

Por último, el citado portavoz del Ministerio ha señalado que UGT y CC OO han aceptado no plantear otras reivindicaciones sobre el patrimonio sindical acumulado en un plazo de tres años.

Por otra parte, el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer, mostró ayer en Tenerife, durante una conferencia de Prensa, su sorpresa por el acuerdo suscrito entre el Gobierno y los sindicatos para la distribución entre estos últimos de unos 2.400 millones de pesetas durante tres años, en concepto de «daños y perjuicios», por la retención del patrimonio sindical (véase EL PAIS de 10-6-1981), informa Carmelo Martín.

«Ante este pacto secreto», declaró Ferrer Salat, «nosotros presentamos nuestra más enérgica protesta, al haber adquirido el Gobierno este compromiso al margen de la negociación tripartita sobre el empleo. En ningún momento este tema había sido discutido durante las negociaciones. Es más, nosotros propusimos que se incluyera la cuestión del patrimonio sindical y fue rechazada». Dijo que se trata de una responsabilidad «muy grave» para el Gobierno. «Si lo que se pretende es negociar la distribución o devolución del patrimonio sindical, nosotros estamos dispuestos a ello, pero debe ser objeto de una negociación abierta y limpia entre el Gobierno, las centrales sindicales y nosotros a partir de ahora».

En su opinión, sobre la restitución de los patrimonios incautados a los sindicatos y las organizaciones empresariales durante o después de la guerra, sólo los jueces tienen la última palabra. «En relación con el patrimonio posterior a la guerra, éste se constituyó en base a la cuota sindical, cuyo 85%, como es sabido, ha sido aportado por los empresarios, y el 15% restante ha corrido a cargo de los trabajadores. Un mínimo sentido de la justicia consiste en un reparto equitativo, y en ningún caso, a nosotros nos correspondería menos del 50%», precisó Ferrer Salat, que dijo haberse enterado de la noticia por los medios informativos: «Nos cuesta dar credibilidad a que el Gobierno haya podido asumir este compromiso, manteniéndonos absolutamente al margen».

La OIT, a favor de la participación empresarial

Recordó que la CEOE, hace cerca de dos años, presentó en la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra, sus reclamaciones para la restitución o distribución del patrimonio sindical, y señaló: «En su dictamen, la OIT reconoció que en este tema había que contar con los empresarios». En relación con la posibilidad de que por esta razón pudiera verse afectado el acuerdo nacional sobre el empleo, dijo que «ello sería extraordinariamente lamentable», ya que dicho acuerdo, en su opinión, «es bueno y necesario para el país, y hasta ya ha influido en una importante subida de la Bolsa. Confío en que el Gobierno no rectifique esta medida», que calificó de «injusta».Por su parte, el presidente de CEPYME, Javier González Estéfani, que viajó también a Canarias, reconoció que en una reunión celebrada en Madrid un sector de esta organización empresarial a dado muestras de un intento escisionista, al estar en desacuerdo con que CEPYME se encuentre integrada en CEOE. «El acuerdo de este ingreso se adoptó en diciembre pasado, en una asamblea general, con más del 80% de votos favorables, y ya entonces existían unas cuantas voces disconformes. Pero puedo decir que en los últimos cinco meses ninguna de estas voces se ha expresado en tal sentido en el seno de la junta directiva. Estamos viviendo unos momentos difíciles y hago un llamamiento a la unión», declaró.

En la misma conferencia de Prensa, Ferrer Salat se manifestó sobre la opinión crítica de un sector del empresariado español respecto a la presencia de los socialdemócratas en el Gobierno: «Yo he viajado muchísimo por las democracias de Europa, desde cuando se viajaba poco en España, y siempre he viste, que los socialdemócratas forman parte de los partidos socialistas. España es diferente, dicen, pero yo creo que si intentamos acercarnos a Europa sus costumbres no le han dado malos resultados».