El ministro Roson, cauteloso y reservado ante el caso Linaza

El ministro del Interior, Juan José Rosón, se mostró ayer cauteloso y reservado a la hora de opinar sobre la probable denegación de extradicción del presunto miembro de ETAm, Tomás Linaza, según se desprende de unas declaraciones que realizó a Europa Press, en las que insistía que «es preciso esperar a que se produzca la decisión oficial francesa».El silencio de Juan José Rosón, hombre que se ha empleado en antenores ocasiones con dureza hacia el Gobierno francés, constituye una excepción, dadas las numerosas reacciones oficiales producidas a lo largo del día de ayer.

Una alta fuente policial manifestó a este periódico que tenía conocimiento de un encuentro entre miembros de Herri Batasuna y de la Administración francesa, estos últimos cercanos al presidente Mitterrand, a raíz de la toma de posesión del nuevo máximo responsable de la República Francesa. En este encuentro se le podría haber plan teado el tema de las extradiciones. Aunque un portavoz de Herri Batasuna desmintió un supuesto encuentro entre el presidente Mitterrand y una representación de Herri Batasuna, extremo este apuntado también de forma oficiosa por la policía española, EL PAIS supo que en los últimos tiempos se ha montado una ofensiva de tipo diplomático, según distintos observadores, dé partidos integrados en las fuerzas abertzales vascas hacia personas cercanas al presidente francés. En este contexto se integrarían la presencia de una delegación de Euskadiko Ezkerra en París el día de la toma de posesión de Mitterrand, encabezada por Mario Onaindía e invitada, al parecer, por el colectivo de la izquierda socialista francesa CERES; los contactos mantenidos entre delegaciones de Herri Batasuna y el Partido Socialista francés recientemente en Caracas con motivo de una reunión internacional convocada por el Movimiento al Socialismo (MAS), y el posible encuentro casual que se produjo, al parecer, entre los padres de Linaza y el presidente Mitterrand, antes de su elección, en el curso de un acto electoral.

A esta ofensiva se podría añadir un pequeño contacto mantenido por el presidente Mitterrand y el candidato y el suplente a las elecciones a la Asamblea Francesa por los Pirineos Atlánticos.