Malos tratos y torturas
En su número de ayer, 23 de mayo, aparece inserto un artículo relativo a «supuestas torturas Y malos tratos en la Prisión Provincial de Valencia», en el que no se escatiman datos. aunque éstos resulten contradictorios. Para mayor abundamiento, dan nombres, apellidos, situaciones profesionales. etcétera. Por supuesto, vuelve a aparecer en la Prensa el funcionario Francisco Apellániz, antes, como defensor de los derechos de los reclusos: ahora, como torturador y verdugo. ¿En qué quedamos) Porque empieza a escamarme tanta mentira e infamia.¿Qué pretenden ustedes? ¿Informar a la opinión pública o engañarla? Porque para informar hay que estar documentado, y ustedes incurren en tal cantidad de absurdos que hacen aún más absurda la situación, en vez de aclararla. Por todo ello, señor director, vuelvo a hacer uso del derecho de réplica, antes, en vindicación de mi honor y ética profesional (ustedes hicieron lo posible para que apareciera como el informador anónimo de los artículos aparecidos en el Diario de Valencia y que, luego, el citado diario tuvo la honradez de desmentir), ahora, además, en vindicación de mi vida, que tan alegremente ponen ustedes en juego. ¿Es esta una nueva modalidad de terrorismo? ¿O es que es un nuevo truco publicitario? «Caballero, no se suicide, la Prensa le facilitará una muerte violenta a traición y sobre seguro». Y es que es todo tan demencial...
Si de algo puedo estar orgulloso, como persona y como profesional, es de haberme sabido ganar el cariño y respeto de los internos a mi cargo, de conocer a todos y cada uno de ellos y saber de sus problemas, y, por encima de todo, de respetarlos. He estado solo entre 270 personas recluidas, consiguiendo unas tasas de convivencia a través del diálogo (no de la violencia) que para sí quisieran muchos. Juntos hemos pasado por momentos difíciles, superados por la respon-
Pasa a página 10
