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Francia espera un resultado positivo del viaje de Cheysson a EE UU

En París se prevé que el viaje a Washington que hoy inicia el nuevo min Istro de Relaciones Exterlores francés, Claude Cheysson, se salde positivamente. El jefe de la diplomacia mitterrandista se entrevistará con su homólogo norteamericano, Alexander Haig, y con el presidente Reagan. La política de Occidente hacia el Tercer Mundo pudiera ser el tema de fricción.«Nosotros seremos un aliado digno de confianza», afirmó Cheysson desde que entró en funciones, corroborando con ello las manifestaciones de Mitterrand sobre la misma cuestión. Con esta mentalidad se desplaza la delega ción de la diplomacia gala a la capital de Estados Unidos. La Alianza Atlántica, las relaciones Este-Oeste, Oriente Próximo, Afganistán, serán los temas de las conversaciones franco-norteamericanas, pero ningún problema internacional o bilateral importante será olvidado.

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Los dirigentes franceses, empezando por Cheysson, han repetido hasta la saciedad estos últimos días que «el neutralismo no es una política, sino el resultado del abandono». Por ello, su fidelidad a la Alianza Atlántica no debiera plantear problemas en Washington, aunque la nueva diplomacia gala pretende ser más exigente. Esto, en el caso de la Alianza, se traduciría por una redefinición de las responsabilidades de cada cual, encaminada a recortar el liderazgo norteamericano.

El antineutralismo francés repercute directamente también en la cuestión del equilibrio de fuerzas Este-Oeste y, más concretamente, en el problema de las instalaciones de los euromisiles, considerada oportuna por París si los soviéticos no retiran sus cohetes SS-20.

La política a seguir con el Tercer Mundo se revela como el factor divergente franco-estadounidense. En el plano económico, Francia. preconiza una auténtica estrategia que favorezca el desarrollo de esos países y no una táctica caritativa, tal como califican la política de Washington. Políticamente, París establece una diferencia entre los países fascistas o autoritarios y los que luchan por su liberación.

La actual política monetaria norteamericana, de encarecimien to constante del dinero, es conside rada por los franceses perjudicial para la economía y la estabilidad política de Europa occidental.

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