"A las figuras nos culpan de todo"
Angel Teruel dice que quedó contento de su actuación de ayer porque al cuarto toro le sacó todo el partido que tenía y porque se empleó a dos manos y porque dio muletazos de buen corte. ¡Y qué caramba, que dice que se ganó la vuelta! A pesar de los pitos y de las protestas, que fueron practicamente unánimes en el sol. «Pero es que ya se sabe que entre el público hay de todo», manifiesta el diestro, «y que quede claro que yo nunca me he jactado de nada y que con una vuelta no voy a ganar nada para mí carrera. Ocurre nada más que a las figuras nos echan la culpa de todo. ¡Y qué culpa tengo yo de estar entre ellas si me lo gané! Ahí están los Pablorromero que lidié este año y los Miura del pasado, yo ya lo he demostrado todo».Sigue diciendo Teruel que él no tiene la culpa de que los toros se caigan, que el público está muy mediatizado por la Prensa y que, además, como en esta feria no se está divirtiendo. que va a la plaza para ver nada más que los fallos: «Y yo aseguro que se alegra de los míos, pero así no se pueden ver los toros. Menos mal que aún quedan buenos aficionados, de los que respetan al torero que se juega la vida; pero hay otros que no se quieren dar cuenta de cuándo se estira la pierna hacia adelante se baja la muleta, como yo ayer. De eso no dicen nada y sólo se acuerdan de lo que pude hacer mientras daba la vuelta».
La corrida de ayer significó la despedida de Angel Teruel en esta feria. Hizo el paseíllo tres tardes, el que más, junto con Tomás Campuzano, y el balance no resulta positivo. El se queja de los toros -«de los Pablorromero, mejor no hablar; la corrida de Ibán decían que no servía; ayer, pues, saqué el máximo partido a los toros»-, pero recuerda que ha salido por la puerta grande de Las Ventas hasta ocho veces: «Y, cuidado, que esto no quiere decir que ya me dé por satisfecho. Yo no soy conformista y volveré a triunfar. Esta temporada, el que tenga muchas corridas no quiere decir nada. Para mí es como si no tuviera nada hecho ».
Toros con kilos de más
Celestino Cuadri, pasadas ya las vacas flacas, como él dice, ha dejado la ganadería en manos de sus hijos, principalmente de Fernando. Celestino no fue a la corrida de ayer. Se quedó en su casa de Sevilla. Las primeras noticias que recibió del comportamiento de sus toros le hicieron exclamar: «Si ya decía yo que iban con unos pocos kilos de más».
El se imaginaba que iba a pasar algo de esto: «Pero fue inevitable por las exigencias de la plaza de Madrid. Nos rechazaron un toro de 518 kilos por falta de peso y esto es algo que no puede suceder, porque un toro ya es tal sin necesidad de alcanzar los quinientos kilos. Así que hubo que mandar unos ejemplares gordos, pero que yo esperaba que cuajaran bien en Madrid, que es lo que hace falta. para que se afiance la ganadería».
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