Vizcaya y Guipúzcoa recuperaron ayer su derecho a autofinanciarse
Con la entrada en vigor de la ley de Conciertos Económicos con el País Vasco recuperaban ayer Vizcaya Guipúzcoa el derecho histórico a autofinanciarse que mantenían desde 1879, y que les fue suprimido por un decreto de guerra de Franco, que las consideraba «provincias traidoras». Casi 44 años después, ambos territorios históricos vascos y Alava, que no perdió los conciertos, quedaba sujetos a una ley que institucionaliza la autonomía financiera de los tres territorios históricos y, en conjunto, la de la comunidad histórica vasca.Dos eran ayer las ideas que las autoridades provinciales y comunitarias vascas resaltaban: que la entrada en vigor de los conciertos económicos supone un grado de autonomía real y que dichos conciertos ni son ni van a suponer privilegios para los vascos ni facilitarán la existencia de paraísos fiscales.
José María Makua, presidente, de las Juntas Generales y de la Diputación Foral de Vizcaya, y uno de los más activos negociadores de los conciertos económicos, en un acto solemne con motivo de su entrada en vigor, afirmaba ayer en Bilbao: «Volvemos a las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa a la situación de 1936, con la variante de que ahora hay en vigor y en fase de desarrollo un Estatuto de Autonomía que posibilita la existencia de un Parlamento y un Gobierno vascos que precisan unos ingresos que las diputaciones debemos facilitar. Nosotros contribuimos a los presupuestos generales de la comunidad autonoma. Sin autonomía financiera no existe autonomía política real».
«Las diputaciones recuperamos la autonomía financiera: somos autónomos en el ingreso y en el gasto. Tendremos ahora recursos para poder asumir las competencias que la ley de Territorios Históricos (que fijará la distribución de competencias entre las instituciones comunitarias y las provinciales) nos va a conferir o devolver».
El contribuyente vasco pagará este año lo mismo que cualquier ciudadano de las provincias del Estado español. «No vamos a cobrarle ni más ni menos impuestos. La presión fiscal, y a ello nos obligamos en el texto de la ley de Conciertos Económicos, no será inferior a la media del Estado español. por lo que es imposible la existencia de paraísos fiscales. Lo que sí notará el contribuyente es el destino de su dinero, es decir, la renta social».
Por la ley de Conciertos Económicos, las diputaciones de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya podrán mantener, establecer y regular dentro de su territorio el régimen tributario, salvo los tributos que integran la renta de aduanas, que actualmente se recaudan a través de monopolios fiscales, y la imposición sobre alcoholes, cuya regulación compete al Estado. Corresponde también a las diputaciones la exacción, gestión, liquidación, inspección, revisión y recaudación de los tributos que integran el sistema tributario de los territorios históricos vascos. Del dinero recaudado, cada diputación pagará un cupo a la Hacienda autónoma vasca, quien a su vez satisfará a la Hacienda española un cupo -integrado por los correspondientes a los tres territorios- como contribución a todas las cargas del Estado que no asume la comunidad autónoma vasca.
En espera de que quede redactada una ley del cupo que fijará las cantidades -revisables- que la comunidad autónoma vasca deberá pagar al Estado entre los años 1982 y 1986, ambos inclusive, la propia ley de Conciertos Económicos, que ayer entró en vigor, incluye el cupo provisional para el año 1981.
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