Para el ganadero, la corrida fue brava

«La corrida ha sido positiva», según Victorino Martín, «porque ha tenido bravura y ha ido bien en todos los tercios». El ganadero escuchaba anoche los más dispares comentarios, aunque pocos le eran favorables. Pero insistía: «Conforme en que ha sido una corrida dura, pero lo mío es así. Está claro: para los toristas, mis toros se han comportado como es debido; para los toreristas, han sido malos. Pero yo voy a seguir en mi línea. Si todos los toros de ayer hubieran salido como los dos primeros, no habría sido una corrida de Victorino, porque mi ganado no es fácil ni debe serlo, y el que quiera apuntarse, que se apunte. He de añadir que ayer la lidia se vio entorpecida por el viento, pues al toro de casta no se le puede torear con viento, que la cuadra de caballos no estaba en condiciones para hacer correctamente la suerte de varas, y que los picadores les pegaron a los toros a mansalva, como para destrozarlos».Y Miguel Márquez, después de dos años retirado de los toros, decidió presentarse en Madrid. Esta fue la corrida de su reaparición. No podía ser de otra manera, porque nadie le quiso contratar hasta ver lo que era capaz de hacer en Las Ventas: « Me lo han puesto a sangre y fuego, es muy duro ver cómo otros compañeros, aunque son blanditos, están, sin embargo, en todas las ferias».

El diestro de Fuengirola no podía aguantar sin torear. Y volvió al ruedo. Tuvo que ser en plena feria de San Isidro, ante los Victorino y con la televisión en directo. «Acepté el compromiso, porque tengo una gran confianza en mí mismo. Qué duda cabe que hubiera estado más centrado, más relajado, si me hubieran dado un par de corridas antes. Pero no quisieron los empresarios. Todos me dijeron lo mismo, que ya veríamos después de Madrid. Y es que el toreo que se hace por fuera es mucho más duro que el que se realiza en la plaza. La fiesta tendría que ser como antes, ganando los contratos en las ferias de Sevilla y Madrid.

Este no es el caso de Miguel Márquez. De momento sólo tiene contratada la corrida del 10 de julio en Málaga. Pero está seguro de conseguir muchas más: «No pienso en el centenar que hacía hace años, pero sí en bastantes, porque de una podré arañar dos; de esas dos, cuatro; y así hasta completar una buena temporada». Miguel Márquez quedó contento de su actuación de ayer: «Fueron toros muy duros, de los que iban a las zapatillas; el primero resultó bueno, pero hubo que torearlo, por el derecho no tenía ningún pase hasta que le acostumbré por el izquierdo, que por ahí iba bien; mi segundo no tuvo más de ocho muletazos y sí mucho peligro, porque se volvía ».

Ruiz Miguel, que está harto de torear Victorinos, nunca los vio tan peligrosos como ayer: «Siempre lo son, pero con una docena de muletazos se les llega a dominar, como el primero de Márquez, por ejemplo. Pero lo de ayer fue demasiado. En la tarascada que me pegó uno, no me partió el muslo de milagro,

Manolo Cortés tampoco se esperaba estos Victorinos: «En mi primero no me acoplé por el aire; el otro resultó un toro muy difícil. Y fue una pena, porque el público acudió con ilusión a la corrida. Yo hice lo que pude; no es que tuviera miedo, sino preocupación, porque veía que los toros no colaboraban».