_
_
_
_
_

Un solo ministro de Estado para las fuerzas armadas británicas

Andrés Ortega

La primera ministra británica, Margaret Thatcher, ha decidido llevar a cabo una importante reforma en el Ministerio de Defensa, centralizando bajo un solo ministro de Estado los tres servicios de sus Fuerzas Armadas. La reforma ha sido adaptada tras la reciente destitución del ministro para la Marina, Keith Speed, que ctiticó los proyectados recortes a su departamento.

El Ministerio de Defensa está dirigido por un ministro con cartera en el gabinete que estaba apoyado por tres ministros de Estado para cada uno de los tres servicios de tierra, mar y aire. El que hasta ahora era ministro de Estado del Foreign Office, Peter Blaker, pasará al Ministerio de Defensa para ocuparse conjuntamente de estos tres servicios, con lo que los actuales ministros de Tierra y del Aire bajan de rango.

El ministro de Defensa, John Nott, quería esta reorganización de su departamento desde que llegó a ocupar esa cartera hace unos meses, y la destitución de Keith Speed le ha proporcionado la ocasión para llevar a cabo este cambio, que consideraba necesario. Nott piensa que si el Gobierno quiere controlar con más firmeza el dinero que gastan sus Fuerzas Armadas tiene que encontrar un modo más adecuado de defender sus prioridades en el campo militar. Los gastos militares ya no serán, pues, divididos en tres, y resultará mucho más difícil a los ministros de rango inferior defender los puntos de vista de uno solo de los servicios de las Fuerzas Armadas si van en contra de la política gubernamental.

Entrevista lord Carrington-Sam Nujoma

El futuro de Namibia fue el centro de las conversaciones entre el ministro británico de Exterior, lord Carrington, y el presidente de la Organización del Pueblo del Suroeste Africano (SWAPO), Sam Nujoma, el pasado viernes en Londres.La entrevista, de una hora de duración, sirvió para que ambas partes expusieran francamente sus puntos de vista sobre el futuro de ese territorio, informó el Foreign Office británico.

Por su parte, Carrington, se aseguró, expuso su deseo de que el problema se arregle de acuerdo con la resolución 235 de la ONU.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_