Apertura de la nueva diplomacia francesa hacia el mundo árabe

Las primeras intervenciones públicas del ministro de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson ofrecen indicios importantes de lo que será la orientación de la diplomacia francesa del presidente socialista, François Mitterrand. Cheysson se declara tajantemente contra el racismo, tranquiliza a los inmigrantes y a los refugiados políticos y despliega una actividad intensa para mantener las buenas relaciones con. los países árabes.«Francia aportará su apoyo diplomático y político a todos los que luchen por la democracia y por la dignidad del hombre», declaró Cheysson en la Unesco, en el marco de la Jornada de Africa, que conmemora el aniversario de la creación de la Organización de la Unidad Africana (OUA). El ministro añadió que esa actitud «tendrá consecuencias en la política de Francia en todos los continentes, y particularmente en Africa». Ayer, en otras declaraciones, desmintió todos los rumores sobre los efectos comerciales internacionales que pudiera acarrear la introducción de «la moral en la política». Cheysson afirmó categóricamente que «Francia cumplirá todos los compromisos comerciales adquiridos con todos los países, incluida Africa del Sur, y en todos los sectores, incluido el armamentístico».

En este último aspecto, se sospechaba que Francia cortará en seco el envío de uranio enriquecido a Irak, pero el ministro se refirió especialmente a este país para confirmar lo contrario. El despliegue diplomático de Mitterrand hacia las capitales árabes ha sido instantáneo e intenso. Su hermano, el general Jacques Mitterrand, presidente de la SNIAS, empresa constructora del Airbus, viajó a Arabia Saudí con un mensaje del presidente para el rey Jaled. Este último respondió en términos favorables para el futuro de las relaciones de Francia con el país que le garantiza el 50% de sus importaciones de petróleo. El ministro de Comercio Exterior, el ex gaullista Michel Jobert, es el hombre árabe de Mitterrand por sus contactos múltiples con esos países. Argelia, por su parte, jubilosa por la elección de Mitterrand, actúa como agente de Mitterrand en los países del petróleo para calmar las sospechas de estos Gobiernos frente a un hombre que ha defendido los acuerdos de Camp David.

La política africana, a la vista de las primeras declaraciones de los nuevos dirigentes galos, será menos intervencionista militarmente.

Por lo concerniente a los inmigrantes, el ministro francés del Interior, Gaston Deferre, anunció ayer la suspensión, a título provisional, de toda medida de expulsión de jóvenes extranjeros nacidos en Francia o llegados a este país y «salvo excepción justificada por una necesidad de orden público».

El procedimiento de expulsión, indicó Gastón Deferre, será «completamente revisado, con el fin de asegurar un respeto real a los derechos de la defensa» y no será aplicada a los supuestos antes citados.

Este último punto motivó un movimiento de protesta contra la expulsión de jvenes inmigrados o hijos de inmigrados y autores de delitos menores, movimiento que se desarrolló en abril en Francia, en plena campaña electoral. Un sacerdote, un pastor y un joven argelino realizaron una huelga de hambre de veinte días de duración, en Lyon, para que cesaran las expulsiones.