"El problema de la calidad de las aguas estará resuelto en diez años"

«La política de lucha contra el deterioro de la calidad de las aguas está basada, según el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, en conocer, exigir y ayudar a los diferentes ayuntamientos para que controlen e impongan redes de depuración en todo el país, de tal forma que este problema esté resuelto en diez años. que es el plazo que nos hemos marcado» manifiesta el director general de Obras Hidráulicas, Juan Ruiz.Esta dirección, por medio de las correspondientes comisarías de aguas, realiza análisis sobre la calidad de las aguas en todo el país y elabora periódicamente unos índices de calidad que permiten conocer la situación actual. «Esta sería». según Juan Ruiz, «la primera pauta que se marca la citada dirección, después es necesario exigir a todo posible contaminante la obligación moral y legal de evitar las causas de este deterioro, y, por último, ayudar a los diferentes ayuntamientos, mediante el Plan Nacional de Contaminación, para tratar de paliar el problema».

Las causas de esta acusada contaminación en las aguas se deben, fundamentalmente, a los residuos de la población y, en segundo lugar, a los vertidos industriales, hecho en el que coinciden todos los responsables del deterioro del medio ambiente. Pero Juan Ruiz añade que «una política de permisividad mantenida durante algún tiempo ha logrado que tanto las poblaciones como las industrias atacaran gravemente la difícil situación de la calidad del agua».

Ahora, parece ser que las condiciones ambientales han mejorado y se está mentalizando a los ayuntamientos para que utilicen los medios de depuración necesarios para acabar con la progresiva contaminación. Añade Juan Ruiz que «va a ser remitida al Congreso, lo más pronto posible, la nueva ley de Aguas, que paliará definitivamente el problema en el plazo de diez años, como anteriormente he señalado».

A corto plazo. esta dirección tiene presupuestados 10.000 millones de pesetas para obras de infraestructura hidráulica sanitaria. «Pero el problema», matiza Ruiz, «es que se necesita más dinero para desarrollar un plan a medio plazo. con una contribución del Estado a los ayuntamientos y una colaboración estricta por parte de éstos para terminar con el deterioro de las aguas».

Hasta ahora, la irresponsabilidad de los ayuntamientos ha permitido verter residuos sin tratamiento alguno. lo que ha creado situaciones de seria contaminación, «como existe ahora en el Henares y en gran parte de la sierra norte de la provincia de Madrid». También en la zona de la sierra el ganado es un foco contaminante grave, debido a la gran aportación de sales que vierte.