"Es una decisión que no es nada fácil para una mujer"
L..., una joven romana de veinticinco años, acaba de abortar en el hospital Umberto I. No ha necesitado ser anestesiada y se recupera en una habitación junto con otras tres mujeres. Lee una novela en espera de que, dentro d unas horas, pueda abandonar el centro. No planteó ningún problema, pero se negó a ser fotografiada.Pregunta. ¿Se siente bien?
Respuesta. Sí, perfectamente.
P. ¿Está casada?
R. No, vivo con un compañero
P. ¿Es la primera vez que se encuentra en esta situación?
R. Es la segunda vez que aborto.
P. Cuál es la razón que le ha llevado a ello?
R. Es una decisión que no es fácil para una mujer. Primero te haces un planteamiento social de las consecuencias que hay en ese terreno. Luego te haces otro de tipo personal. Racionalizas ambos y decides. Hay muchas mujeres que tienen miedo a llegar a una solución abortiva, puede haber sentimiento de culpa. Yo he actuado con plena conciencia.
P. ¿Cómo ha sido el proceso en su caso?
R. Yo me he hecho un proyecto en mi vida, con sus límites sociales y, por supuesto, económicos. Sé hasta dónde tengo que llegar y hasta dónde no. Por eso he decidido no tener hijos ahora.
Cuando le digo que no quiero molestarla más, me dice que se encuentra muy bien. «Tanto ahora como la primera vez no necesité que me anestesiaran ni total ni localmente». Hablamos brevemente sobre el resultado del referéndum. «La Iglesia y el Papa se han equivocado en su intervención tan directa en la campaña antiaborto», dice, para añadir: «Pablo VI fue más inteligente con su silencio cuando se planteó la abolición de la ley del Divorcio en 1974 y estuvo a punto de conseguir la derogación».
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