Julio Robles. "Quien diga que sabe de toros miente"
Salió el tercero de la tarde, y Julio Robles pensó que estaba gafado en esta feria de San Isidro. Pensó de todo y que nadie iba a dar un duro ni por el manso ni por él. «Pero ya ves cómo es la fiesta. Puede cambiar todo en un momento. Por eso, cada vez me convenzo más de que quien diga que sabe de toros es mentira».Julio Robles se despidió ayer de Madrid. Desde que llegó, está con gripe; incluso ayer, camino del hotel, vomitó: «Y es que no me tengo; llevo tres días empapando las sábanas, pero no era el caso renunciar al cartel, que luego la gente dice que no me atrevo con los toros; además, me hacía falta un triunfo».
El diestro no desaprovechó su primer toro -«si embiste, se puede torear con gripe, y hasta sin una mano, si es preciso»-, y pensó en las dos orejas. No por superar a Dámaso González, a quien vio el jueves y de quien dice: «El es una figura, y yo quiero serlo». Sino porque Julio se encontró torero y lucido.
En su segundo, Julio también quiso hacer faena, «porque los toros eran de clase, de buen son, como decimos, pero a ése le sobraban cien kilos. Con tanto peso tiene que convencerse el público de que el toro se desaprovecha, sencillamente, porque no puede embestir». Y Julio acabó su feria sin más orejas. Ya no toreará más en Madrid este año: «Cumplí mis dos compromisos, y no necesito ninguna oportunidad ya. Yo he toreado mucho en Las Ventas y necesito que. me vean también en otras plazas. El año que viene será otra cosa».
Llega Pepe Luis Vázquez
Pepe Luis Vázquez, veintitrés años, sevillano, uno de los toreros más atractivos del momento, según se califica él mismo, confirma hoy la alternativa en Madrid. Se ha querido tomar la corrida con tranquilidad, porque el compromiso es fuerte. Ayer llegó a la capital y se fue a los toros: «Para familiarizarme con el ambiente, ¿no sabes?, que en San Isidro es maravilloso».
Sueña con cuajar esa faena a-ese toro grande. Y hoy tiene fe. Le corresponden los toros de Manolo González -«que en Sevilla salieron muy bien»-. No es que se la juegue Pepe Luis, pero su cotización, que está en alza, quisiera revalorizarla.
Julio Robles "Quien diga que sabe de toros, miente"
Esta semana, Pepe Luis ha tenido que salir al campo a pasear, allí en Sevilla -«es bueno para los toreros, relaja mucho»-. El sabía que es esperado con expectación en Madrid. «Pero el cartel también es atractivo por los demás, que tanto Manolo como Curro llevan mucha gente a Las Ventas».Cuando terminó el servicio militar decidió que sería torero. Iba a convertirse en uno de esos hombres que consideraba sobrenaturales cuando él apenas tenía diez años y toreaba becerras. Su padre -también su tío Manolo, con quien comparte hoy el cartel- le había aficionado a la tauromaquia; cuando Pepe Luis tenía quince años, quiso quitarle la idea de encima; fueron momentos de indecisión; pudo más la sangre torera que lleva dentro.
Y hoy tiene ante sí Pepe Luis una gran responsabilidad. Va a afrontarla tranquilo: «En la feria de Sevilla no triunfé, sólo pude salir airoso, pero no sabe bien la gente la experiencia que me dio para presentarme ahora en Madrid. Me siento muy seguro. Sé que los toros son buenos y que en el público hay grandes aficionados».
Será su tío Manolo Vázquez quien le confirme la alternativa. Manolo, que vuelve a Madrid después de despedirse en 1964, dice que se encuentra joven a sus cincuenta años y que todavía tiene algo que decir en el toreo.
El hermano de Antoñete
Un hermano de Antoñete es acomodador en Las Ventas. Rafael Chenel estaba ayer emocionadísimo por la reaparición de su hermano, y nos decía que, naturalmente, sentía una gran preocupación por este retorno a los ruedos pero que como aficionado tiene una gran ilusión: «Es lógico, porque Antonio hace muy bien el toreo». Lleva Rafael Chenel veintiún años de acomodador en el tendido alto del 7. Cuando su hermano daba la vuelta al ruedo y le saludó al pasar por delante de su localidad, respondió quitándose la gorra.
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