Centenario de la llegada de los salesianos a España

«Utrera será el inicio de obras muy importantes. Dentro de poco, una señora hoy casada, en Barcelona, cuando quede viuda, nos llamará a su ciudad. Allí abriremos una casa, a la que seguirán otras muchas». De esta suerte hablaba don Bosco, el fundador de los salesianos, a la reducida comunidad de seis miembros que un 16 de febrero de 1881 avistaban la villa andaluza de Utrera.Estos días se celebra en Madrid el centenario de su llegada a España, con presencia de las primeras espadas de la congregación salesiana. La reina Sofía acudía ayer al acto conmemorativo del centenario, y mañana les recibirá el rey Juan Carlos, presidente de honor de los actos conmemorativos.

Juan Bosco, hijo de la Italia obrera que se industrializaba por el Norte a mediados del siglo pasado crea una congregación religiosa dedicada a un tipo de niños como los que la primera comunidad llegada a España se encontró en Sevilla en 1892: «bandas rivales se combatían a pedradas, pero hacían frente común contra las fuerzas del orden. El clérigo Ricaldone, poco a poco, se fue mezclando con ellos hasta el punto de que en breve plazo se encontró al frente de quinientos de estos calaveras».

Cuando estalla la guerra civil tenían los salesianos 53 casas y eran 767. En 1967 alcanzan su cifra máxima de 3.299. Actualmente hay en España 161 comunidades de salesianos, con un total de 2.084 religiosos, dedicados preferentemente a la formación de unos 88.000 jóvenes. En el mundo entero suman 18.000 miembros. Según su propio testimonio, la misión específica consiste en «cooperar directa o indirectamente a la promoción integral y cristiana de los jóvenes, principalmente los más pobres y necesitados y de las clases populares». Los salesianos siguen siendo fieles a la formación profesional de jóvenes por la que Juan Bosco optó en un principio. Su influjo social se extiende a través de numerosos movimientos Y asociaciones, que van desde el Cristo vivo hasta el scoutismo.

Por sus aulas y talleres han pasado millares de jóvenes, algunos tan nombrados como Asensi, Zoco, Antonio Ordóñez y el mismísimo Manolete, muchos de los cuales cultivan las relaciones en asociaciones de antiguos alumnos.

Al tronco bosquiano pertenecen igualmente los cooperadores salesianos, rama seglar, que cuenta en España con 1.625 miembros, repartidos en un centenar de centros. También las salesianas celebran este año el primer centenario de la muerte de su fundadora, Dominga Mazzarello. Son en España 1.182, repartidas en 84 centros.