Paquirri: "El público no me entendió"
Paquirri se quejaba, al término de la corrida de ayer, de que el público no había entendido la faena que hiza a su primer toro. Luis Reina en cambio, salió muy contento de la afición, «porque cuando se da la cara, sabe apreciar el toreo». El Niño de la Capea, por su parte, no pudo entrar en el tema porque le fue imposible torear. Hasta el ganadero reconoció la mansedumbre con que salió la corrida.La vuelta de Paquirrí a Las Ventas -que según él tendría que llamarse la plaza de los cojos- no se correspondió con la expectación despertada. Al diestro no le extrañó, «porque cuando el toro se acomoda pide una distancia, un tipo de faena, y si no transmite peligro, al público no le llega lo que hace el torero; sé que estuvo frío conmigo, pero yo soy profesional y cumplí con mi obligación de pegar al toro cuantos pases tenía». «En el segundo, que para mi era un toro, con más o menos cara, porque el trapío es libre, necesitaba tiempo para dominarle, pues tenía genio, pero como el público tampoco lo entendía, tuve que aliviarle». Mañana Paquirri volverá a llenar el coso con los Torrestrella en el.ruedo: «No me preocupan los toros y sí el que yo me pueda divertir, porque entonces la afición también se divertirá».
A Luis Reina, como él misino confesó, no le rodaron bien las cosas en su alternativa: «Yo venía con toda ilusión porque los que empezamos necesitamos el triunfo, pero la corrida salió mansa; salí, sin embargo, contento, porque la gente estuvo conmigo. Me di cuenta desde el primer momento, cuando crucé el ruedo para recibir a porta gayola; sentí un murmullo en las gradas y fueron para mí unos segundos interminables, porque se me reconocia el valor; lástima que el toro estuviese vuelto en el chiquero y que, por ello, saliera al paso; por este motivo faltó poco para que me arrollara». Con la espada estuvo mal en su primero: « Me han operado dos veces de clavícula y, forzosamente, aún me resiento cuando entro a matar». Es cuestión de tiempo. Luis Reina entrena mucho con el carretón, pues, dice, «el triunfo muchas veces se te va al final, y eso para mí es ahora un lujo».
El Niño de la Capea, más tranquilo, más seguro que nunca, llegó a la plaza sin complejos ni nerviosismos: «Incluso me notaba raro de
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lo bien que me encontraba, pero solo pude lucir con el capote en mi primer toro, porque luego, lo que tuve en el ruedo, fueron mulos de carreta». En esta apreciación, aunque no tan acentuada, coincidió Domingo Matías Bernardos, hijo de José, el ganadero, que se quejó del trato que reciben los toros en San Isidro: «Lo raro es que los toros se tengan en pie después de catorce días en El Batán y continuos reconocimientos; así es difícil que no salgan cojos. Lo de la mansedumbre es otra cosa que ninguno esperábamos, pero si todos los toros fuesen bravos, menudo negocio serían ».Hoy, los Pablorromero en escena. Uno de los diestros del cartel, Tomás Campuzano, los torea por segunda vez en la temporada. La primera fue en la feria de Sevilla. No tuvo suerte porque aquella corrida salió mansa. «Yo ahora espero que sea al revés; tengo ilusión y ganas. Sé que son toros duros, a los que hay que trabajar y estar seguro del terreno que se pisa cuando se les da la cara. Sólo pido al público que entienda esta lidia, porque, a veces, hay que ser buen aficionado, de los finos, para comprender la lidia que necesitan».
El lleno también está hoy garantizado. Ayer, a media mañana, ya se puso el cartel de no hay billetes. Media hora antes de comenzar la corrida no era posible encontrar localidades en la reventa por menos de mil pesetas, aunque según se acercaba la hora del comienzo, la cotización bajó notablemente. Hoy también habrá una gran expectación en el apartado; ayer la cola salía del patio de cuadrillas.
Trofeos Mayte
Los tradicionales trofeos taurinos Mayte, correspondientes a la pasada feria de San Isidro, fueron concedidos ayer. El jurado designó como triunfador de la feria a Ruiz Miguel. Otros galardones concedidos fueron los siguientes: mejor estocada, José Ortega, mejor par de banderillas, Manuel Ortiz; mejor vara, Antonio Tafalla, Remache; y mejor quite, Joselito Calderón. El trofeo al mejor toro quedó desierto.
El jurado estuvo compuesto por el conde de Colombí, Antonie Bellón, Lozano Sevilla, Domingo Ortega, El Estudiante, César Jalón, Rafael Campos de España, Diego Jalón, Leopoldo Matos y José María del Rey.
Por otra parte, Emilio Muñoz toreará probablemente la corrida de feria del 2 de junio, en la que está anunciado, pues se espera que para entonces estará restablecido de la cornada de Zaragoza.
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